Un mes después de presentar su dimisión y provocar con ello una crisis política, el primer ministro libanés, Saad Hariri, anunció hoy que retira su renuncia. Su paso atrás se produjo después de que el consejo de ministros se reuniera por primera vez desde su sorpresivo anuncio y adoptara una declaración política conjunta para el “distanciamiento” del Líbano de conflictos como los de Siria, Irak o Yemen.
Todos los componentes del Gobierno libanés reafirman su compromiso a la política de distanciamiento de los conflictos en la región que perjudican las relaciones económicas y culturales con nuestros hermanos árabes y que amenazan los intereses de los libaneses instalados en estos países”, declaró Hariri desde el palacio presidencial de Baabda tras el consejo de ministros presidido por el jefe del Estado, Michel Aoun.
“El Gabinete agradece al primer ministro haber renunciado a su dimisión”, dijo el propio Hariri en la lectura del comunicado final.
El 4 de noviembre, tras viajar a Riad, Hariri anunció su dimisión, en un discurso difundido por la televisión saudí, asegurando que existía “un complot” para asesinarle y acusando a Irán de “injerencia” en el Líbano a través de su satélite Hizbulá. Tras días sin tenerse noticias suyas, varios políticos libaneses denunciaron que el premier podría estar retenido por los saudíes.
La crisis comenzó a desactivarse con la intervención de Francia, la antigua metrópoli, y la invitación a que Hariri viajara de Riad a París. De vuelta en Beirut, el 22 de noviembre, el político suní dejó “en suspenso” su renuncia para dar paso a negociaciones políticas, a instancias del presidente Aoun.
En la declaración firmada ayer por todas las fuerzas políticas que forman el Gobierno libanés, incluyendo al partido-milicia Hizbulá, se comprometieron a la “no injerencia en los asuntos internos” de los países árabes, según informa el diario libanés