Un movimiento de jóvenes que se autodescribe como independiente está librando lo que aluden como una “lucha cortés” en contra de la corrupción estatal en Líbano, dirigida particularmente hacia el Ministerio de Telecomunicaciones.
Hartos de los costos altos del servicio de telefonía celular, los activistas en línea llevaron a cabo un boicot de un día a dos operadores estatales de telefonía móvil, Alfa y Touch, el 8 de enero. Los organizadores de la campaña, gestionada con las dos etiquetas “apaga tu línea” (سكر_خطك#) y “apagaré mi línea” (رح_سكر_خطي#), solicitaron a los usuarios de teléfonos inteligentes ponerlos en modo avión durante el día de la protesta, y les instaron a utilizar en su lugar las aplicaciones de mensajería instantánea basadas en protocolo de Internet mediante Wi-Fi para enviar mensajes de texto y realizar llamadas.
Los activistas en línea tienen dos objetivos concretos. El primero es reducir el costo de las llamadas nacionales e internacionales y el segundo, eliminar las tarifas de “recarga” mensual que se necesitan para mantener una línea telefónica activa. Ellos afirman que su motivación es únicamente por “patriotismo”.
Arab Advisors Group, una compañía de asesoramiento e investigación con sede en Jordania, realizó una comparación de las tarifas de servicio telefónico móvil de 39 operadores de telefonía móvil en 16 países árabes, clasificándolos sobre la base de su estado de precios relativo. Ellos descubrieron que Líbano posee el precio de paquete celular prepago más alto en el mundo árabe, como informó Lebanon This Week, la publicación de estudio económico de Byblos Bank.
El grupo de investigación encuestó a tres tipos de usuarios y comparó la tarifa promedio que cada uno pagó al mes por “consumo leve” (entre 250 y 300 minutos locales y 300 MB de datos de navegación), “consumo mediano” (500 minutos locales y 500 MB) y “consumo intensivo” (1000 minutos locales y 1 GB de navegación). Los investigadores revelaron que todos los tipos de usuarios que adquieren un paquete prepago en Líbano pagan las tarifas más altas entre los países árabes encuestados.
El salario mínimo del Líbano es de $450 al mes, por lo tanto, esos costos son una carga significativa para el 32 por ciento de la población que vive en la pobreza.
Con respecto a su segundo clamor, el periodo de validez de las líneas móviles prepago, los activistas en línea han estado grabando las llamadas con los representantes de Alfa y touch. En una grabación de audio, un suscriptor de servicio móvil señaló que pagan por las líneas telefónicas celulares para adquirirlas, no para ser alquiladas, por lo que le solicita al empleado del call center que le explique por qué los usuarios deben pagar de nuevo una tarifa adicional cada mes.
Los dos operadores de telefonía móvil exigen que las tarjetas prepago sean recargadas cada 30 días, si no cumplen con la fecha límite, los usuarios reciben una sanción con la cual les retienen su crédito restante, y después se apoderan completamente de su línea, obligándoles así a adquirir una nueva. Líbano ocupa de nuevo el primer lugar en términos de costo del servicio, ya que ofrece a los suscriptores la validez más corta para las tarjetas prepago. Por otro lado, según el estudio de Arab Advisors Group, los países árabes encuestados promediaron una validez de 279 días, a excepción de los Emiratos Arabes Unidos y Argelia, que ofrecen a sus clientes un periodo ilimitado de uso .
Se desconoce aún qué impacto tuvo el boicot de un día en los dos operadores. No obstante, los organizadores de la campaña afirmaron que esa participación fue exitosa e incluso superó sus expectativas. Touch, administrado por el proveedor de telecomunicaciones privado de Kuwait, Zain, tenía 2.299 millones de suscriptores hasta setiembre del 2016. Alfa, dirigido por Orascom Telecom Holdings de Egipto, afirma en su sitio web que actualmente brinda servicio a casi dos millones de suscriptores.
Aunque ambos permanecen callados sobre cualquier pérdida en la cual pudieron haber incurrido, las cifras no confirmadas han estado circulando en línea. En una entrevista para la estación de televisión libanesa Al-Jadeed, el abogado y activista Hassan Adel Bazzi insinuó que le habían filtrado la cifra del interior de las compañías de telecomunicaciones. Él afirma que el número de líneas apagadas el día del boicot alcanzó un pico de 30 por ciento de participación al medio día; se estima que 1,3 millones de personas participaron en la campaña.
En respuesta al boicot, el ministro de telecomunicaciones Jamal al-Jarrah primero reprendió a los activistas por no acudir con él antes de lanzar dicha campaña, pero después prometió reunirse con algunos de los organizadores para discutir lo que él considera son demandas legítimas. Mientras tanto, las etiquetas de la campaña continúan siendo utilizadas ampliamente, algunos inquietando para que se realice un boicot cada domingo hasta que la creciente lista de demandas se cumpla.
Además de las exorbitantes tarifas móviles que resaltaron en esta campaña, los operadores de telefonía celular en Líbano también realizan prácticas no éticas. En junio del 2015, SMEX denunció un servicio de tono de llamada pagado que no solo estaba siendo añadido a los suscriptores sin su consentimiento, sino también requería de un pago para optar a salir del mismo. A pesar de que SMEX, en coordinación con el Ministerio de telecomunicaciones, presionó a los operadores para hacer una modesta concesión eliminando esa tarifa, muchos usuarios de móviles aún están pagando por un servicio que nunca solicitaron o quizá probablemente ni se percataron siquiera de su cargo mensual.
Medio Oriente y el norte de África, al igual que otras partes del mundo, han presenciado en repetidas ocasiones esfuerzos similares encabezados por ciudadanos para exigir demandas a los proveedores de Internet y móviles. En enero del 2016, la decisión de bloquear las llamadas de voz mediante protocolo de Internet (VoIP) de Marruecos dio como resultado una amplia campaña de boicot para proteger el acceso a los servicios de comunicación.
En octubre de ese mismo año, ciuadanos de Oman, frustrados también con los altos precios impuestos por su proveedor de servicio, realizaron un boicot de una semana a sus compañías de telecomunicaciones locales. En el transcurso de ese mismo mes, pobladores sauditas boicotearon a sus operadores de red inalámbrica para manifestarse en contra del mal servicio y las prohibiciones sobre las aplicaciones VoIP. La protesta de un mes también incluyó demostraciones de enojo, en las cuales los sauditas grababan cómo le prendían fuego a sus módems.
En el Líbano, la industria de telecomunicaciones genera el segundo ingreso más alto del gobierno, después de los impuestos, el cual ascendió a $1,3 mil millones en 2013. Al año siguiente, los ingresos en este sector subieron a 41 por ciento, según un informe de mayo del 2015 de Blominvest Bank, que equivalió a $2,01 mil millones. Por lo tanto, cualquier alteración en este flujo de capital, utilizado en parte para pagar la deuda pública, está sujeta a tener un impacto en la manera en que los proveedores de servicio móvil tratan o maltratan a sus clientes.