Miércoles, 16 de febrero de 2022, 12:16 h (CET)
La jueza libanesa Ghada Aoun ha recalcado que seguirá trabajando hasta que el gobernador del Banco Central, Riad Salamé, “sea llevado ante la justicia”, después de que una serie de redadas en sus residencias y oficinas se saldara el martes sin su detención.
Las operaciones fueron llevadas a cabo después de que la jueza emitiera una orden contra Salamé por su negativa a comparecer en las investigaciones contra él por presunta corrupción, acusaciones que el gobernador del Banco Central rechaza de plano.
Las redadas fueron llevadas a cabo en sus viviendas en Safra y Rabié, donde sus equipos de seguridad intentaron impedir la entrada de los agentes, así como en la sede del Banco Central en la capital, Beirut, según ha recogido el portal libanés de noticias Naharnet.
El propio Salamé reclamó el 14 de enero que Aoun fuera apartada del caso abierto por supuesta parcialidad, antes de agregar que las demandas contra él “son injustas y únicamente destinadas” a “dañar” su imagen “ante los ojos de la opinión pública en Líbano y en el extranjero”.
El gobernador del Banco Central libanés hace frente a investigaciones judiciales en Francia y Suiza, entre otros países, por sospechas de blanqueo y enriquecimiento ilícito.
Salamé ha sido objeto de numerosas críticas por el papel del Banco Central en el marco de la grave crisis económica y financiera que atraviesa el país, si bien ha apuntado a la acción de diversos partidos políticos y al impacto de la misma sobre la economía.
La decisión de la jueza llegó en un momento crítico para la economía libanesa, cuya moneda se encuentra desplomada en una crisis que llevó al Banco Mundial a afirmar en junio de 2021 que esta última es una de las peores registradas a nivel mundial desde mediados del siglo XIX, con una caída drástica de cerca del 40 por ciento de PIB per cápita desde 2018.