Un tribunal anticorrupción francés abre una investigación contra el gobernador del Banco Central de Líbano.

MADRID, 18 Jul. (EUROPA PRESS) 

Un tribunal anticorrupción de Francia ha abierto una investigación por corrupción contra el gobernador del Banco Central de Líbano, Riad Salamé, sospechoso de haber acumulado una inmensa fortuna en el extranjero durante sus años de mandato al frente de la institución.

La investigación judicial recoge el testigo de una pesquisa preliminar de la Fiscalía Nacional de Finanzas de Francia, según ha informado el diario estadounidense ‘The New York Times’.

Al mismo tiempo, fiscales suizos han pedido a las autoridades libanesas que ayuden en una investigación separada que vincula a Salamé con un caso de lavado de dinero.

En lo que se refiere a la investigación en Francia, el tribunal ha decidido estudiar una denuncia del grupo anticorrupción Sherpa que acusa al gobernador, a su hermano, Raja, y a la directora ejecutiva del Banco Central, Marianne Hoayek, de appropiación ilícita de fondos de la institución con los que habrían efectuado compras inmobiliarias en Francia, incluyendo propiedades de lujo cerca de la Torre Eiffel.

Los jueves franceses disponen de amplias competencias. Pueden pedir a las autoridades libanesas que cooperen e incluso congelar activos de los investigados si constatan que fueron financiados de manera ilegal.

El abogado de Salamé, Pierre-Olivier Sur, ha desmentido al diario estadounidense todas las alegaciones en contra de su cliente.

Por su parte, los fiscales suizos se basan en una queja presentada el año pasado por la organización Accountability Now, por la que Salamé habría contratado a una firma de inversión dirigida por su hermano para gestionar la venta de bonos oficiales, así como transferencias entre 2002 y 2015 por valor de unos 300 millones de euros desde el Banco Central a la firma en concepto de comisiones.

A continuación, parte de ese dinero habría sido transferido a cuentas suizas en poder de Salamé, para comprar bienes raíces valorados en millones de euros en Francia, Alemania, Reino Unido y Suiza, según los fiscales suizos.

Todo esto se da a conocer en un momento crítico para la economía libanesa, cuya moneda se encuentra desplomada en una crisis que llevó al Banco Mundial a afirmar en junio que esta última es una de las peores registradas a nivel mundial desde mediados del siglo XIX, con una caída drástica de cerca del 40 por ciento de PIB per cápita desde 2018.

Las estimaciones sitúan las pérdidas del Banco Central entre 50.000 y 60.000 millones de dólares. El Fondo Monetario Internacional ha ofrecido asistencia, pero los funcionarios libaneses acusan a Salamé de bloquear una auditoría solicitada por Estados Unidos y otros países que desbloquearía la ayuda de la organización.