BEIRUT: El presidente Michel Aoun expresó el jueves su preocupación por la alta tasa de desempleo y el impacto de los refugiados sirios en el mercado laboral libanés, en una reunión con una delegación del Sindicato de prensa en el Palacio Baabda.
“El desempleo ha aumentado hasta alcanzar una cifra alarmante del 46 por ciento”, dijo Aoun durante la reunión.
“La razón es porque los libaneses son realmente críticos acerca de elegir un trabajo deseado. Por eso, son reemplazados por los sirios que trabajan con un salario mucho menor”, dijo el presidente.
Aoun dijo que el número de refugiados sirios en el país había llegado a 1 millon ocho cientos mil. El numero de personas registradas oficialmente en la agencia de la ONU para los refugiados en el Líbano es de menos de 1 millón.
“Hoy, las Naciones Unidas nos agradece por nuestro trato humano con los refugiados sirios, sin embargo, el agradecimiento y el cumplimiento “no son pan para los refugiados, dijo Aoun al Comisionado de Política Europea de Ampliación de Vecindad y Negociaciones, Johannes Hahn.
“Tienen que resolver el tema de los refugiados antes de que nosotros mismos nos convirtamos en refugiados”, dijo Aoun al comisionado, que según informes estaba disgustado.
Aoun también habló de las protestas que se han desatado en todo el país en los últimos meses de los trabajadores que piden pensiones y aumentos salariales.
“Comenzaron a hablar sobre la escala salarial en los primeros dos meses de mi mandato” … Les dije: ‘Antes de hablar del aumento salarial, deben decirles a los ciudadanos que el Líbano se ha vuelto más pobre. Pero ocurrió lo contrario: recurrieron a un aumento”, dijo Aoun. “Y ahora se ve el déficit en el presupuesto … y las protestas de calle que no cesan. No se puede simplemente dar un aumento salarial a un sector y dejar afuera a otros”.
Dijo que esta dinámica subyace a su comentario, hecho el miércoles, de que el Líbano se encaminara a la bancarrota si continua en su trayectoria actual. La declaración, dijo, “tenía la intención de ser una advertencia, para presionar a la gente a asumir la responsabilidad”.
En una sesión del Parlamento celebrada para discutir el presupuesto el jueves, el ministro de Finanzas dijo que, a pesar de la creciente deuda, el Líbano “no está en bancarrota” y “no ha sufrido aún un revés al pagar sus obligaciones con los prestamistas”.
A pesar de la situación actual, Aoun instó al optimismo.
“Nuestra realidad no debe frustrarnos. Sabemos que la situación es difícil, pero podemos superarla “, dijo.