La agencia de medición de riesgo Fitch rebajó hoy la calificación de la deuda a largo plazo de Líbano, que pasa de “B” a “B-“, debido al impacto del conflicto en Siria y le hunde de esta forma en el bono basura.
En un comunicado, la agencia de calificación señaló que las consecuencias negativas de la guerra en Siria han afectado cada vez más a la economía libanesa, lo que supone una mayor presión sobre la deuda soberana de este país.
La nota destacó que las finanzas del Estado permanecen muy débiles, con una deuda pública que es la tercera más elevada de los países que califica Fitch y se calcula que superó el 136 % del PIB en 2015, y que seguirá aumentando de aquí a 2018.
Por otra parte, el riesgo político permanece “constantemente elevado”, subrayó la agencia de calificación, debido al vacío de poder por la falta de un jefe de Estado desde 2014 y la parálisis de las demás instituciones a causa de las disputas entre las distintas facciones políticas.
Fitch espera que el crecimiento económico de Líbano no sea superior al 2 % en 2016 y que no pueda aumentar mucho más hasta que se ponga fin a la guerra en Siria.
A pesar de la rebaja de la calificación, la perspectiva es estable porque la agencia considera que los riesgos a los que está expuesta la economía libanesa se encuentran actualmente equilibrados.
Líbano se ha visto muy afectado por el conflicto al otro lado de su frontera y su economía ha sufrido especialmente por la llegada al país de más de un millón de refugiados sirios, según datos de la ONU.