El presidente de Líbano, Michel Aoun, ha expresado este viernes su deseo de que la iniciativa rusa para el retorno de 900 mil refugiados sirios al país cuente con el apoyo de Naciones Unidas para “poner fin al sufrimiento” de estas personas.
Así, ha destacado que Beirut ha aplaudido la iniciativa “porque garantiza el retorno de cerca de 890.000 desplazados a Siria”, antes de desvelar que se creará un comité para coordinar con Rusia los detalles técnicos del proceso, según ha informado el portal local de noticias Naharnet.
El primer ministro designado de Líbano, Saad Hariri, confirmó el martes contactos con Rusia para abordar el retorno de refugiados sirios a su país de origen, al tiempo que dijo que “aplaude cualquier cosa que ayude a pasar página al desplazamiento de los sirios y poner fin al sufrimiento de millones de hermanos que buscan un retorno seguro y honorable”.
La oficina de Hariri subrayó en un comunicado que Hariri está “a la espera” de la ‘hoja de ruta’ que está desarrollando el Ministerio de Defensa ruso, antes de expresar su deseo de que “la coordinación con Estados Unidos, Naciones Unidas y otros actores relevantes sea un esfuerzo serio para resolver la crisis de los desplazados”.
Asimismo, recordó que durante sus visitas oficiales a Moscú en septiembre de 2017 y junio de este año destacó “el gran sufrimiento de Líbano a causa del desplazamiento de sirios y sus repercusiones sociales, económicas y de seguridad”.
Los gobiernos de Rusia y Siria llegaron la semana pasada a un acuerdo para crear un centro destinado a acoger a los refugiados que decidan volver al país tras siete años de guerra civil, según anunció el Ministerio de Defensa ruso a través de un comunicado.
El centro se encargará de “hacer seguimiento del regreso de todos los desplazados y refugiados sirios desde países extranjeros a sus lugares de residencia permanente”. Así, organizará “la recepción y el traslado a Siria de ayuda humanitaria, artículos de primera necesidad, así como materiales de construcción y otros bienes materiales”.
Además, ayudará a las autoridades sirias en la “reconstrucción del sistema sanitario y de otros servicios sociales”. Una serie de comités provinciales evaluará el estado de las infraestructuras en cada lugar para identificar las principales necesidades.
El centro y sus comités, aunque estarán en territorio sirio, se coordinarán desde Moscú a través de un gabinete integrado por los Ministerios de Defensa y Exteriores. Rusia ya ha notificado esta iniciativa a los países con mayor número de refugiados sirios y a las correspondientes agencias de la ONU.
Más de cinco millones de personas han huido de Siria desde 2011, cuando estalló el conflicto armado. La mayoría se concentran en Turquía, Líbano, Jordania, Irak e Egipto, por este orden. En los últimos tiempos los gobiernos de acogida y el régimen de Bashar al Assad han alentado el retorno.
EL REGRESO DE REFUGIADOS DESDE LÍBANO
El comunicado de Hariri fue publicado un día después de que cerca de 900 refugiados sirios en Líbano empezaran a regresar a la región de Qalamun, situada al noreste de la capital, Damasco, a través del paso fronterizo de Zamarani.
El partido-milicia chií libanés –aliado de Damasco en el conflicto– ha prometido trabajar para facilitar el retorno de los refugiados a sus viviendas tras los últimos avances de las tropas gubernamentales en varias zonas del país.
Algunos políticos libaneses, entre ellos Aoun, han abogado en varias ocasiones por el retorno de los refugiados a zonas que no estén en conflicto en Siria y han alertado de la presión que supone la situación para Líbano a nivel económico y social.
De hecho, el Gobierno aplicó medidas contra el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) tras acusar al organismo de intentar disuadir a los refugiados de volver a su país.
El propio Aoun defendió recientemente que los refugiados sirios en Líbano podrían empezar un retorno “por fases” a “zonas que ya son seguras y estables en Siria”.
“La mayoría de los desplazados en Líbano son de zonas que ya son seguras”, dijo, al tiempo que explicó que “los compromisos políticos cambian con los acontecimientos sobre el terreno”.
Líbano acoge a cerca de un millón de refugiados registrados, según datos de Naciones Unidas, si bien su cifra podría ser mayor, lo que supone alrededor de una cuarta parte de la población total del país.