El primer ministro de Líbano, Saad Hariri, ha denunciado que Estados Unidos, con su “provocación” de trasladar su Embajada en Israel a Jerusalén, lleva el proceso de paz a “un punto muerto” y “provoca la ira de cientos de miles de árabes, musulmanes y cristianos”.
Para Hariri, el de este lunes es otro “día de calamidad”, como lo es tradicionalmente para los palestinos el 15 de mayo, cuando conmemoran la Nakba o el inicio del éxodo provocado por la creación del Estado de Israel hace justo 70 años, según la agencia NNA.
El primer ministro libanés ha lamentado que, con el reconocimiento de Jerusalén como capital israelí, Estados Unidos “aumenta la violencia” y da luz verde para que los israelíes “viertan la sangre de más palestinos inocentes”, como habría quedado de manifiesto este lunes con la muerte de decenas de personas en la Franja de Gaza.
“Condenamos esta provocación que aumenta el conflicto y los terribles actos de represión y masacre perpetrados por Israel contra el pueblo palestino”, ha denunciado Hariri, en un comunicado en el que ha reafirmado su “plena solidaridad” con los “hermanos palestinos” y su “legítima lucha”.
También ha expresado su preocupación el ministro de Exteriores del Líbano, Gebran Bassil, que ve en las últimas decisiones políticas de Estados Unidos un foco de “más tensiones” y “más extremismo” a nivel regional.
“No podemos aceptar ningún tipo de paz en el que se secuestre Jerusalén”, ha advertido en declaraciones a Reuters en Bruselas.
CONDENA DE EGIPTO
También Egipto se ha sumado al malestar de los países vecinos de Israel por la última escalada de tensiones. El Ministerio de Exteriores egipcio ha acusado al Gobierno de Benjamin Netanyahu de “atacar” a grupos de civiles que solo “reivindican derechos legítimos y justos” y ha expresado su temor por una espiral de violencia en los Territorios Palestinos.
Los principales líderes musulmanes de Egipto se han sumado igualmente a las preocupaciones, al considerar que el traslado de la Embajada norteamericana supone una provocación para los 1.500 millones de musulmanes que hay en todo el mundo.
El imán de la mezquita de Al Azhar, jeque Ahmed al Tayeb, ha lamentado la “arrogancia” de Washington y las repercusiones que acarrean sus decisiones para la estabilidad y la paz, según Reuters.