El presidente del Parlamento, Nabih Berri, remarcó su ya sabido ‘odio y rechazo’ a la ley electoral de 1960, que divide los escaños en el hemiciclo entre las diferentes sectas religiosas, pero advirtió que la falta de entendimiento podría abocar al Líbano a vacío en el Poder Legislativo.
Según fuentes cercanas al congreso, Berri aseguró que nunca estará de acuerdo con la extensión -por tercera vez- del mandato de los diputados elegidos en mayo de 2009, pero podría admitir realizar comicios en base a la legislación de 1960, si se llegara al plazo del 17 de abril sin acuerdos.
‘Si arribamos al 17 de abril y no se acordó una nueva ley, todo el mundo tendrá entonces que elegir entre, bien efectuar elecciones basados en la actual (ley) de 1960 o la extensión del parlamento’, alertó al urgir a los partidos políticos a mostrar flexibilidad para el entendimiento.
A pesar de reiterados esfuerzos de varios partidos políticos, ninguno ha sido capaz de presentar una propuesta de consenso para la nueva ley que debería regir el proceso de elecciones fijado para mayo de este año.
Berri consideró inaceptable que la nación se encalle en un vacío parlamentario, pues -dijo- implicaría que ya no existe más como república democrática con un sistema parlamentario.
Sin embargo, al cumplirse el plazo del 21 de febrero para que se firmara el decreto llamando a los órganos electorales a iniciar los preparativos de los comicios de mayo, el presidente del país, Michel Aoun, rechazó hacerlo porque equivaldría a realizarlos bajo la legislación de hace 57 años.
Aoun, contrario a ese texto y a extender el mandato de los diputados, dijo preferir el vacío parlamentario antes que realizar la votación en las actuales circunstancias, mientras el ministro del Interior, Nouhad Mashnouq (del movimiento Futuro), rubricó el edicto relativo a las elecciones.
La Constitución faculta al titular del Interior y al primer ministro a firmar tal decreto, e incluso contempla responsabilidad penal si declinaran hacerlo, aunque ello no implica necesariamente contrariar al jefe del Estado.
El partido Mustaqbal (Futuro), del primer ministro Saad Hariri, rechaza la ley basada plenamente en la representación proporcional al argumentar que las armas en poder de su rival Hizbulah (Partido de Dios) impediría una competencia seria en los bastiones de esa agrupación chiita.
Para el líder del Partido Socialista Progresista y de la comunidad drusa, Walid Jumblatt, es descartable la representación proporcional, incluso en el hipotético caso de una ‘ley híbrido’ como la que se pretende negociar, porque ‘marginaría a los drusos’.
Hizbulah, el Movimiento Patriótico Libre, de Aoun y liderado por su yerno y canciller, Gebran Bassil, el movimiento Amal, todos aliados en la bancada 8 de Marzo, así como Mustaqbal y el partido Fuerzas Libanesas mantienen pláticas para redactar una normativa mixta.
La ley híbrido incorporaría la representación proporcional con el sistema de un ganador único por mayoría de votos.