Por primera vez en doce días, el presidente libanés, Michel Aoun, lo dijo con franqueza: el primer ministro Saad Hariri está en poder de las autoridades saudíes en Riad.
El miércoles, el presidente libanés describió la medida como un acto hostil contra el Líbano, e hizo hincapié en que nada justifica la ausencia de Hariri durante doce días.
Aoun, en los días anteriores, se negó a aceptar la renuncia sorpresa de Hariri, que fue anunciada desde Riad. El presidente libanés pidió el regreso de Hariri y dijo que la ambigua situación del primer ministro libanés hace que todo lo que declara sea poco confiable. Sin embargo, Aoun se había abstenido de declarar con esta firmeza, que Hariri está cautivo de Arabia Saudí.
“Nada justifica el no regreso del primer ministro Saad Hariri durante 12 días. Por lo tanto, consideramos que está retenido y detenido, en contra de la Convención de Viena”, dijo Aoun en un tuit en la cuenta oficial de la presidencia libanesa.
“No se puede tomar una decisión sobre una renuncia fuera del país”. “Debería regresar al Líbano para presentar su renuncia o retirarla, o para discutir las razones de la misma y cómo abordarlas”, agregó Aoun.
“No podemos extender esta espera y perder tiempo. No podemos detener los asuntos del Estado”, agregó el presidente.
Mientras tanto, aseguró que la situación financiera y de seguridad en el Líbano está bajo control. “No existe ninguna crisis, ni económica, financiera o de seguridad”, escribió el presidente Aoun. “El país está a salvo y los mercados financieros funcionan correctamente”.
Al hablar sobre la familia de Hariri, el presidente Aoun enfatizó que también están retenidos en Arabia Saudí, y que las fuerzas saudíes los registran cada vez que entran o salen de su residencia.
“Estamos seguros de que también están retenidos en Arabia Saudí”, dijo el presidente Aoun, quien subrayó: “No aceptaremos que el primer ministro Hariri siga siendo un rehén”.