Muchas víctimas eran miembros de un partido prokurdo; las sospechas recaen sobre el ISIS. El autor, un niño
Un nuevo gran atentado suicida perpetrado este sábado en Turquía ha causado al menos 51 muertos y 69 heridos en una celebración prenupcial en la ciudad de Gaziantep (en el sureste del país). El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, señaló en un primer comunicado al Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), como “probable autor” de la masacre y lo comparó con los recientes atentados del grupo armado kurdo PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán), que ha llevado a cabo más de media docena de ataques contra diversos objetivos esta semana, y con el fallido golpe militar del pasado 15 de julio. Poco después, Erdogan manifestó que el autor del ataque suicida fue un menor de entre 12 y 14 años. El atentado de la pasada noche es el más mortífero en lo que va de año –el ataque en el aeropuerto de Estambul en junio dejó 45 víctimas mortales– y uno de los más letales en la historia de Turquía.
Las explosión tuvo lugar en torno a las 22.40 (una hora menos en la España peninsular), en medio de una “noche de la hena” –una ceremonia tradicional en honor de la novia antes de la boda- que se celebraba en plena calle en el barrio de Akdere. Esta zona de Gaziantep –un centro neurálgico del sureste de Turquía, muy cercano a la frontera siria- es conocida por haber acogido a numerosos desplazados por el conflicto entre el PKK y las fuerzas de seguridad turcas desde la década de 1990.
Según testigos citados por la cadena CNN-Türk, el presunto autor de la matanza acudió a la celebración junto a dos hombres de unos 25 años, que se cree habrían escapado tras detonar el suicida la carga explosiva que portaba consigo. “Muchos ciudadanos, incluidos mujeres y niños perdieron su vida, y muchos más han resultado heridos”, explicó el Partido de la Democracia de los Pueblos (HDP) e informó de que los anfitriones de la ceremonia eran miembros de esta formación, la principal kurda de Turquía y tercera en número de escaños en el Parlamento nacional.
“Condenamos a quienes lanzaron este ataque y las fuerzas e ideologías tras sus acciones”, añadió en su comunicado, en el que explica que los líderes del partido y una comisión de investigación se desplazarán este domingo a Gaziantep para recoger pruebas de lo ocurrido. En una nota posterior, el HDP acusó al “discurso del odio, la actitud divisiva y discriminatoria” del Gobierno del AKP de crear las condiciones para el atentado. Además, el HDP llamó la atención sobre el hecho de que el atentado llega en un momento en que una de las organizaciones del entramado del PKK había manifestado la intención de volver a la mesa de negociación con el Ejecutivo a cambio de que éste diese pasos reales en la solución del conflicto kurdo.
El gobernador Ali Yerlikaya había confirmado poco después del suceso que se trataba de un atentado terrorista y en la mañana de este domingo actualizó el número de víctimas. Y Mehmet Erdogan, diputado del partido gubernamental AKP por la provincia de Gaziantep, fue uno de los primeros en señalar que se trataba de una acción suicida y en apuntar al ISIS como presunto autor en declaraciones a la agencia oficial AA.
“Este juego canalla que intentan en Gaziantep no va a funcionar. Hay que descifrar las intenciones verdaderas tras estas provocaciones a nuestra nación. No vamos a comprometer la unidad, convivencia y fraternidad”, dijo el presidente Erdogan en un comunicado de condena. Varios cargos de la formación islamista gobernante llamaron a los ciudadanos a “no caer en provocaciones” pues la convivencia en diversas zonas de Turquía se ha resentido a raíz de la vecina guerra de Siria y la violenta reanudación del conflicto kurdo, tras el fracaso del proceso de paz entre el PKK y Ankara el año pasado. Desde entonces, más de 1.700 personas han muerto en los combates y diversos atentados de los insurgentes kurdos, y barrios enteros de localidades kurdas que se habían levantado en armas en apoyo del PKK han sido arrasados por el Ejército.
Gaziantep es precisamente una de esas ciudades clave para la convivencia pues en ella habitan turcos, kurdos y árabes, a los que se añaden un gran número de refugiados sirios llegados durante la guerra civil en el país vecino. Numerosas organizaciones de la oposición siria, incluidos grupos armados islamistas radicales, tiene presencia en la ciudad y el Estado Islámico también mantiene células activas como demuestran los varios asesinatos de activistas sirios cometidos en esta y otras ciudades cercanas.
Tras el atentado de Gaziantep, varios canales locales hicieron saber que había escasez de sangre en los hospitales para atender a los heridos por lo que decenas de personas acudieron a los centros médicos. Entre la policía y las masas congregadas en los hospitales –formadas por donantes y familiares que demandaban información sobre las víctimas- se produjeron momentos de tensión y encontronazos. Varios agentes hicieron disparos de advertencia al aire para dispersar a la gente.
La Autoridad de Radio y Televisión turca (RTÜK) ha impuesto una prohibición temporal a los medios, vetando todo tipo de información “sobre el momento o las circunstancias de la explosión, el trabajo de los empleados públicos y los heridos o muertos” con el fin de “no obstaculizar la aclaración del suceso y la detención de sospechosos”. De esta prohibición se exceptúan “las declaraciones de las autoridades competentes”, señala el organismo en un comunicado divulgado en su página web.