Los resultados de las elecciones municipales en el norte del Líbano, que fueron anunciados hoy, han dibujado un mapa sin grandes sorpresas en el país, que ha vivido cuatro semanas de comicios locales.
Las urnas se cerraron ayer en el norte del Líbano y la región de Akkar. En Trípoli, principal ciudad del norte, se produjo la victoria inesperada de la lista apoyada por el exministro de Justicia, Ashraf Rifi, sobre la sostenida por los ex primeros ministros Saad Hariri y Nayib Mikati, todos ellos de credo suní.
En la región de Tannurin, la coalición cristiana CPL-FL (Corriente Patriótica Libre y Fuerzas Libanesas) no pudo ayer con el ministro de Telecomunicaciones, Butros Harb, que se presentó de manera independiente aunque forma parte de las Fuerzas del 14 de marzo, contrarias al régimen sirio.
En Beirut y la región oriental de la Bekaa el proceso electoral tuvo lugar el 8 de mayo.
En la región de la capital venció la lista apoyada por Hariri frente a la presentada por un grupo de la sociedad civil “Beirut Medinati” (Beirut mi ciudad).
En la Bekaa, la coalición chií formada entre Amal y Hizbulá salió vencedora, aunque por primera vez encontraron cierta resistencia.
El 15 de mayo las urnas se desplazaron a la región de Monte Líbano (centro), de mayoría cristiana, donde la coalición CPL-FL logró ganar en muchos municipios, aunque otros fueron retenidos por candidaturas independientes de familias tradicionales.
Dentro de Monte Líbano, en Biblos, en las áreas con población chií, Amal y Hizbulá se presentaron por separado, lo que resultó beneficioso para los primeros, que vencieron gracias al apoyo de formaciones independientes y comunistas.
El pasado día 22, los electores acudieron a votar en el sur del Líbano y Nabatieh, donde vencieron, esta vez sí, las listas conjuntas de Amal y Hizbulá.
La participación en el país varió entre un 20,1 por ciento en Beirut y un 50 por ciento en algunas poblaciones de Monte Líbano.
El ministro de Interior, Nuhad Machnuk, subrayó el éxito de los comicios, aunque calificó de “crimen nacional” la falta de representantes cristianos en Trípoli.
Sin embargo, la Asociación Libanesa para las Elecciones Democráticas (LADE, por sus siglas en inglés) señaló que se produjeron algunas irregularidades, entre las que citaron la compra de votos y presiones.