El Banco Mundial ha afirmado que la crisis económica en Líbano es una de las peores registradas a nivel mundial desde mediados del siglo XIX, con una caída drástica de cerca del 40 por ciento de PIB per cápita desde 2018.
El organismo ha subrayado en un informe que “la crisis financiera y económica en Líbano es probablemente una de las diez peores, y posiblemente una de las tres peores, desde mediados del siglo XIX”, según una comparativa con las estudiadas en el periodo entre 1857 y 2013.
“El PIB de Líbano cayó de cerca de 55.000 millones de dólares (cerca de 44.967 millones de euros) en 2018 a unos 33.000 millones de dólares (unos 26.983 millones de euros) en 2020”, ha dicho, antes de resaltar que “una contracción tan brutal y rápida está asociada habitualmente con conflictos o guerras”.
Así, ha recordado que el Banco Mundial “identifica desde hace mucho a Líbano como un Estado en fragilidad, conflicto y violencia” y ha añadido que “las duras condiciones socieconómicas tienen el riesgo de unos problemas a nivel nacional con consecuencias regionales y potencialmente mundiales”.
“Esto ilustra la magnitud de la depresión económica que sufre el país, tristemente sin que haya un punto de inflexión en el horizonte, dada la desastrosa y deliberada inacción política”, ha criticado el organismo, en referencia a la falta de un Gobierno en el país desde agosto de 2020.
El Ejecutivo de Hasán Diab dimitió a raíz de las explosiones registradas en el puerto de la capital, Beirut, que dejaron más de 200 y enormes daños materiales, una de las causas del recrudecimiento de la crisis junto a la pandemia de coronavirus, según el Banco Mundial.
De esta forma, el organismo ha resaltado que la situación “es en menor medida a causa de agujeros de conocimiento y consejo de calidad y más por una combinación de la falta de un consenso político sobre iniciativas políticas efectivas y un consenso político en defensa de un sistema económico en bancarrota que beneficia a pocos desde hace mucho”.
El Banco Mundial ha resaltado que “los que cobran en libras libanesas, la mayoría de la fuerza laboral, están viendo cómo cae su capacidad de compra”, con un 41 por ciento de las familias con problemas para comprar alimentos y otros bienes básicos, según un sondeo realizado a finales de 2020 por el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Por último, ha destacado que la crisis “ha intensificado la fragilidad y la fragmentación de Líbano, aumentando el riesgo de alteraciones sociales y civiles”. “La crisis ha exacerbado las deficiencias nacionales a largo plazo, incluidas la debilidad institucional, el fracaso de las políticas sociales y el pésimo estado de los servicios públicos”.