BEIRUT, 8 Dic. (Reuters/EP) – El líder druso libanés Walid Jumblatt ha alertado este jueves de que la influencia siria e iraní en el Líbano aumentará si se produce una victoria en Alepo del presidente de Siria, Bashar al Assad, que ha señalado que el Líbano no podrá mantenerse para siempre al margen de los conflictos en la región.
Las fuerzas pro gubernamentales y el Ejército sirio, que han avanzado significativamente durante las últimas dos semanas en la lucha contra los rebeldes en la ciudad de Alepo, podrían hacerse con la localidad, uno de los principales bastiones de los rebeldes.
“Al Assad ganará en Alepo beneficiándose de que la mayor parte de la comunidad internacional se ha dado por vencida en relación con la población siria. Después destruirá Idlib”, ha señalado Jumblatt, líder del Partido Progresista Socialista (PSP).
La provincia de Idlib supone una de las mayores áreas bajo control de los rebeldes en el oeste del país. “Esto significa que la influencia de Al Assad en el Líbano aumentará y que el poder sirio-iraní también se verá reforzado” ha añadido Jumblatt, en relación con el apoyo ofrecido por el partido-milicia chií libanés Hezbolá al régimen de Al Assad.
El Gobierno de Siria influyó significativamente durante años en la política de Líbano, donde tuvo presencia militar hasta 2005, cuando se produjo el asesinato del ex primer ministro Rafik Hariri tras meses de protestas por la injerencia de Siria en los asuntos internos del país. Jumblatt, que ha cambiado su postura al respecto durante los años, fue uno de los líderes del movimiento anti-sirio, pero después moderó su actitud tras reconciliarse con los aliados de Siria en Líbano, incluido Hezbolá.
El líder druso ha señalado que no considera mejorar la relación con el mandatario sirio. “No voy a dar por terminada mi vida política reconciliándome con Al Assad, ni siquiera si el régimen logra una victoria absoluta”, ha señalado.
A pesar de la declaración firmada en 2012, que indica que Líbano quedaría al margen de cualquier disputa regional e internacional, el país se encuentra en medio de la rivalidad entre Arabia Saudí e Irán, y las tensiones en la zona han mermado la estabilidad de la política libanesa.