El primer ministro, Saad Hariri, ha anunciado tres condiciones para retirar su renuncia, la cual dejó ayer en suspenso.
La primera condición de Hariri, según ha recogido este jueves el diario Asharq Al-awsat, es el “mantenimiento del compromiso respecto a la aplicación del acuerdo de Taif”, un pacto que puso fin a la guerra civil libanesa en 1989 con el fin de restablecer el sistema político en el Líbano.
El primer ministro, de igual modo, ha condicionado la retirada de su renuncia con “la aplicación real de la política de imparcialidad” y con “evitar hacer daño a las relaciones entre Beirut y los países árabes”, de acuerdo con la información facilitada por la fuente.
Hariri anunció a principios de noviembre su sorpresiva decisión de dimitir, mientras se encontraba en Arabia Saudí, si bien la aplazó ayer miércoles al regresar a su país a petición del presidente Michel Aoun.
En declaraciones formuladas este jueves durante la Conferencia Anual de Bancos Árabes en Beirut, Hariri ha enfatizado la necesidad de que El Líbano mantenga su política de aprtarse de los conflictos regionales “no solo con palabras sino también con acciones”.
Con estas palabras, el premer ministro se ha referido al apoyo que brinda Hezbolá al Gobierno sirio en su lucha contra el terrorismo.
Además, fuentes cercanas a Hariri aseguran que la confrontación con Hezbolá fue otro de los motivos de Arabia Saudí para “obligar” al funcionario libanés presentar su renuncia.
A su vez, las autoridades libanesas acusaron a los saudíes de retener a Hariri y consideraron dicha renuncia como una decisión dictada por Riad para desestabilizar el Líbano e injerirse en los asuntos internos de este país.
“Los lazos entre el Líbano y los países árabes es un principio y debemos priorizar el fortalecimiento de estos nexos. Nuestro acercamiento con las naciones árabes no debe limitarse a ser un simple lema”, ha señalado Hariri en sus declaraciones de hoy jueves.