El Líbano planea aumentar el contingente militar en la frontera sur, que comparte con Israel, ya que considera que el gobierno de Tel Aviv “sigue siendo la principal amenaza” para el país, ha declarado este jueves el primer ministro libanés, Saad Hariri.
Hariri, que ha hecho estas declaraciones a los periodistas en Roma, capital de Italia, ha asegurado que el fin de tal medida es “acabar con las violaciones diarias de Israel a la soberanía libanesa”.
También ha subrayado que mientras El Líbano está buscando formas de avanzar desde un estado de cese de hostilidades a un alto el fuego permanente con Israel, Israel sigue con sus planes de construir muros en las regiones en disputa a lo largo de la “Línea Azul”.
La Línea Azul es la demarcación entre el Líbano e Israel, establecida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el 7 de junio de 2000, para determinar si Israel se había retirado del país árabe.
“La seguridad viable del Líbano significa seguridad viable para toda la región, por ello, todos los esfuerzos deben canalizarse a mantener la paz y la calma en las fronteras libanesas”, ha enfatizado, antes de dar las gracias a la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para El Líbano (FINUL) por su papel en este sentido.
Las tensiones han aumentado en las últimas semanas debido a la construcción de una valla en la frontera por parte de Israel y una exploración gasística frente a las costas libanesas.
A su vez, El Líbano emitió una licitación de exploración de petróleo y gas en el mar Mediterráneo, en zonas en disputa con Israel, lo cual aumentó instantáneamente las tensiones en la región y desató una retórica cada vez más antagónica por parte de ambos lados.
El ministro israelí de asuntos militares, Avigdor Lieberman, describió la decisión libanesa sobre las licitaciones como “muy provocadora”. En respuesta, Hariri tachó los comentarios de Lieberman de “una clara provocación que El Líbano rechaza”.