El nuevo gobierno del Líbano mantuvo su primera reunión con múltiples frentes abiertos, en particular, la siempre difícil misión de consensuar su plataforma política ministerial, la lucha antiterrorista y el enfoque del conflicto sirio.
El consejo de ministros dirigido por Saad Hariri, tuvo su primera sesion en el palacio presidencial de Baabda y fue antecedida por una reunión entre los jefes del ejecutivo, del Estado, Michel Aoun, y del parlamento, Nabih Berri.
El primer encuentro tuvo como aliciente el clima de entendimiento de los principales movimientos políticos libaneses.
Las formaciones políticas expresaron su esperanza de que Hariri acelere sus tareas para atender temas vitales que afectan al país. Abogaron también porque el nuevo gobierno priorice la adopción de una moderna ley para las elecciones parlamentarias, a efectuarse previsiblemente en junio de 2017.
La reunión de este miércoles puso a prueba la proyección de unidad al tocar lo relativo a la normativa electoral y a la definición del programa político.
Hizbulah aboga por una ley electoral basada en el sistema de representación proporcional, algo que para el partido de Hariri (Futuro) es inaceptable.
Para el Partido de Dios, que apoya militarmente al gobierno del presidente sirio, Bashar Al-Assad, está fuera de discusión deshacerse del arsenal que poseen sus milicias, como históricamente reclaman sus adversarios al abogar por su desarme.
A juicio de expertos, ese asunto es particularmente sensible y obstaculiza la elaboración de la plataforma política del gobierno que sirve de brújula para la gestión tanto a instancia doméstica como regional.
ELa Corriente Futuro sostiene que las armas en manos de Hizbulah podrían impedir una seria competencia en regiones donde la Resistencia chiita tiene influencia, de ahí que junto con el partido cristiano Fuerzas Libanesas y el druso Partido Socialista Progresista propone una ley electoral “Mixta”.