‘La situación (en el país) está yendo bien, especialmente después de la regularidad del trabajo de las instituciones (por la elección del presidente y la formación de un nuevo gobierno)’, aseveró Ibrahim en una reunión este domingo con el jefe del sindicato de editores, Elías Aoun.
Aclaró, sin embargo, que ‘no puedo decir que el peligro del terrorismo ha desaparecido completamente’, pero consideró que los aparatos de seguridad ‘están listos para enfrentar cualquier posible intento que sacudir la estabilidad en El Líbano’.
En opinión de Ibrahim, habrá una nueva ley electoral en el futuro cercano porque cree que todos los partidos políticos tienen la voluntad de entender y solucionar ese asunto, lo que proporcionaría más tranquilidad y cohesión a esta nación asediada casi diariamente por grupos terroristas islámicos.
Tras el estallido de la guerra en Siria hace justo seis años, y la participación del movimiento de Resistencia libanés Hizbulah en apoyo al presidente Bashar Al-Assad, los efectos de esa beligerancia se reflejaron en El Líbano, básicamente en localidades limítrofes.
Grupos extremistas armados que luchan contra el gobierno de Damasco, en particular el otrora Frente Al-Nusra y el Estado Islámico, asaltan e incluso invaden poblados situados en la porosa frontera entre ambos países.
Precisamente, al asumir el 10 de marzo la jefatura de las Fuerzas Armadas, el general Joseph Aoun subrayó las ‘difíciles circunstancias regionales y las olas de terrorismo que se mantienen tocando a las puertas de nuestros países en aras de atraer al escenario interno el fuego de la disputa y el caos’.
En su Orden del Día, Aoun pidió a las tropas estar ‘plenamente vigilantes en la frontera sur para enfrentar los esquemas escondidos y las ansiar del enemigo israelí’ y simultáneamente ‘estar en completa disposición para proseguir la guerra contra el terrorismo con extrema firmeza y fortaleza’.