14 may (Prensa Latina)
Equipos y representantes de los ministerios de Salud, de Asuntos Sociales, de Defensa y del Interior se han movilizado en los cruces fronterizos para recibir a las familias y ofrecerles todas las facilidades posibles para garantizar un regreso digno.
El ministro libanés de Deportados, Issam Sharaf al-Din, había anunciado un proceso de retorno voluntario para los refugiados sirios a su país, y aclaró que el primer grupo abarcará a dos mil.
A principios de mes, la Unión Europea anunció un paquete de ayuda a Líbano por valor de mil millones de euros hasta 2027, parte de ellos dirigidos a lidiar con la crisis de refugiados sirios.
La suma fue asignada después de que Chipre promoviera un acuerdo con Líbano en medio de un fuerte aumento en la llegada de embarcaciones con inmigrantes sirios a las costas chipriotas, la mayoría de ellos procedentes del territorio libanés.
Como reacción, fueron lanzadas varias campañas que acusan a la UE de ofrecer un soborno a Líbano a cambio de mantener a los sirios desplazados en su tierra para usarlo como carta de presión política contra Damasco.
Partidos y corrientes políticas libanesas afirmaron que la solución es muy simple y radica en no someterse a las presiones occidentales y coordinar directamente con el gobierno sirio para devolver a los desplazados de una manera que preserve nuestra dignidad.
El mes pasado, el ministro de Interior libanés, Bassam Maulaui, aseguró que solo unos 300 mil de casi dos millones de sirios presentes en el país cuentan con residencia legal, mientras que algo más de 800 mil están registrados con la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
El ministro de Administración Municipal de Siria, Hussein Makhlouf, dio a conocer que más de cinco millones de desplazados internos y refugiados en el exterior volvieron a sus hogares, la mitad de ellos después de 2018.
El titular añadió que un arduo trabajo se realiza para alentar a los desplazados a regresar, a pesar de la escalada de Occidente mediante las medidas coercitivas unilaterales contra Siria, que fueron ampliadas para abarcar el sector de los hidrocarburos