El grupo chií libanés asegura que las sanciones aplicadas en su contra por los bancos nacionales, presionados por Estados Unidos, van a fracasar
Al menos 100 cuentas bancarias vinculadas a Hizbolá han sido congeladas por el gobierno del Líbano con el fin de evitar las sanciones previstas por Estados Unidos en su «Ley de Prevención de Financiamiento Internacional de Hizbolá», una ley aprobaba por el Congreso de Estados Unidos en diciembre del año pasado. No se descarta que en las próximas semanas se cierren más cuentas.
El gobernador del Banco Central libanés, Riad Salame, confirmó, en una entrevista concedida a la cadena de noticas estadounidense NBC, que cerca de 100 cuentas bancarias sospechosas de tener vínculos con Hezbolá habían sido cerradas, al tiempo que señaló que la aplicación de la medida estadounidense constituía una prioridad para mantener al Líbano en la esfera financiera mundial.
Salame ha justificado la operación alegando que «el Líbano es un país pequeño y su economía no depende de los recursos naturales o las exportaciones. Tenemos un buen sector industrial, pero no pesa mucho en nuestra economía por lo que lo más importante es mantener la confianza en el país». Una confianza que en los dos últimos años se ha visto socavada por la ausencia de presidente de la Republica desde mayo de 2014, lo que ha impedido aprobar leyes críticas en el Parlamento.
El gobernador del Banco Central libanés destacó también que cuanto mejor sea la reputación del país más dinero podrá obtener éste. «Rechazamos lo ilegal en nuestro sistema, así como que un número limitado de libaneses perjudiquen la imagen del Líbano o la de los mercados financieros» manifestó. En cualquier caso se garantiza a todos los ciudadanos chiíes «su derecho de continuar recurriendo a los bancos».
Medios libaneses han asegurado que entre las instituciones cuyas cuentas han sido bloqueadas se encuentran el Comité Emdad de Caridad Islámica, la Fundación Islámica, que administra –entre otros– el hospital de Rassoul Al Aazam, así como diversos centros de salud, sociales y educativos. No existe confirmación oficial al respecto.
Hizbolá, por su parte, ha declarado este viernes que las sanciones aplicadas en su contra por bancos nacionales en virtud de presiones de Estados Unidos están condenadas al fracaso y «no dañarán su determinación de resistencia».
El Congreso de Estados Unidos adoptó el pasado 17 de diciembre una ley de sanciones contra los bancos que financien conscientemente a Hizbolá, considerada como una «organización terrorista» por Washington. El pasado 3 de mayo el Banco Central de El Líbano pidió a los bancos e instituciones financieras del país que operasen conforme a la ley estadounidense.