Por Europa Press06 de junio 2022
El presidente de Líbano, Michel Aoun, ha recalcado que “las negociaciones para la demarcación de la frontera marítima sur siguen en marcha” y ha incidido en que “toda acción o actividad en la zona en disputa supone una provocación y un acto hostil”, según un mensaje publicado por la Presidencia libanesa en su cuenta en la red social Twitter.
Aoun ha abordado además el asunto con el primer ministro saliente, Nayib Mikati, y ha reclamado al jefe del Ejército, Joseph Aoun, que “entregue datos precisos y oficiales” para tratar el asunto.
Por su parte, Mikati ha acusado a las autoridades israelíes de intentar provocar “una nueva crisis” e “imponer hechos consumados”, al tiempo que ha apuntado que esto es “extremadamente peligroso” y “podría crear tensiones”. “Nadie podría adelantar las repercusiones”; ha alertado, según ha recogido el diario libanés ‘L’Orient le Jour’.
“Advertimos de las consecuencias de estas acciones ante la misión del mediador estadounidense, Amos Hochstein”, ha manifestado Mikati, quien ha reclamado además a Naciones Unidas y a “todas las partes implicadas” que “comprendan la situación” y “obliguen al enemigo israelí a poner fin a estas provocaciones”.
A las críticas se ha sumado el presidente del Consejo Ejecutivo del partido-milicia chií Hezbolá, Hachem Safiedín, quien ha argüido que “el Estado debe delimitar de forma oficial y clara la frontera” y ha defendido que la resistencia es “la opción fuerte y eficaz que permite a Líbano proteger sus recursos”.
Las críticas han llegado después de que la plataforma de la empresa británico-griega Energean, que tiene desde 2016 los derechos sobre los campos petroleros de Karish, llegara a la zona durante la jornada del domingo de cara a conectarla con los depósitos durante los próximos meses.
La Armada israelí ha dado seguridad a la plataforma desde que saliera del canal de Suez y la semana pasada un comité parlamentario aprobó regulaciones para prohibir el tráfico marítimo en un radio alrededor de la misma. Según la emisora israelí Kan, el Ejército se prepara ante posibles ataques por parte de Hezbolá.
Israel y Líbano –que están técnicamente en guerra y no mantienen relaciones diplomáticas– iniciaron en octubre de 2020 un proceso de conversaciones indirectas que cuentan con la mediación de Estados Unidos y que se celebran bajo auspicios de Naciones Unidas en la sede del organismo internacional en la ciudad libanesa de Naqura.
Las negociaciones giran en torno a un área de 860 kilómetros cuadrados que, según ambos países, se sitúan en sus respectivas Zonas Económicas Exclusivas, un asunto de especial importancia después del hallazgo de reservas de gas en esta zona que tanto Israel como Líbano esperan poder explotar.