El secretario general de la ONU, António Guterres, ha prorrogado a partir del próximo 1 de marzo y por dos años el mandato del Tribunal Especial para Líbano (TEL), que tiene competencia para enjuiciar a los responsables del atentado del 14 de febrero de 2020 en el que murieron 22 personas, entre ellas el ex primer ministro libanés Rafik Hairiri.
Así lo ha trasladado el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, en una declaración en la que se ha precisado que el mandato podrá concluir también cuando se cierren todos los casos o se agoten los fondos disponibles.
La ONU ha afirmado así su compromiso de apoyar la labor del TEL en la lucha contra la impunidad por crímenes tan graves, con el objetivo de llevar a los responsables ante la justicia, según ha explicado Dujarric.
“Naciones Unidas espera con interés que se complete el mandato del Tribunal Especial para Líbano de manera oportuna (…) y también espera con interés el apoyo y la cooperación continuos del Gobierno del Líbano”, ha agregado.
El TEL, con sede en La Haya, fue establecido en 2009 a raíz de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para juzgar los crímenes relacionados con el atentado perpetrado contra Hariri, que se saldó con 22 muertos y más de 225 heridos.
En 2014 comenzó el juicio en rebeldía a cuatro miembros del partido-milicia chií Hezbolá, Salim Jamil Ayyash, Hassan Habib Merhi, Hussein Hassan Oneissi y Assad Hassan Sabra, siendo en 2020 solo el primero de ellos declarado culpable y condenado a cinco cadenas perpetuas por cargos relacionados con el ataque, mientras los otros fueron declarados inocentes.
Desde enero de 2021 hay abiertos procedimientos de apelación sobre el caso y el TEL también tiene jurisdicción sobre otros ataques perpetrados en Líbano en 2004 y 2005 contra políticos.