El Partido de Resistencia libanés Hizbulah denunció que el fallo del Tribunal Especial para el Líbano (TEL) contra un periódico nacional fue una decisión política, más que legal, y repudió acciones difamatorias en su contra.
En un comunicado sobre el veredicto anunciado el martes en Leidschendam, cerca de La Haya, contra el diario Al Akhbar y su editor jefe Ibrahim Al Amine, Hizbulah ratificó su pleno compromiso con ese diario de línea editorial afín y su periodista, a los que la referida corte halló culpable de publicar información secreta sobre testigos en el caso contra los presuntos asesinos del exprimer ministro libanés Rafic Hariri.
El secretario general de Hizbulah, cheikh Hassan Nasrallah, cuestionó la credibilidad del tribunal y lo calificó de un complot de Estados Unidos e Israel, al tiempo que prometió que ninguno de los acusados sería entregado.
El editor de Al-Akhbar tendrá que pagar una multa de 20 mil euros luego de ser condenado en julio pasado por un tribunal de lo contencioso avalado por la ONU para esclarecer la muerte de Hariri, ocurrida por un atentado con bombas el 14 de febrero de 2005, en Beirut.
La Fiscalía instó a la corte el lunes a imponer una condena de dos años de cárcel a Al Amine y a pagar 75 mil dólares de multa, pero el juez Nicola Lettieri determinó que el ya aludido monto debe ser desembolsado completamente a más tardar el próximo 30 de septiembre.
También, el letrado impuso al periódico una penalidad de seis mil euros pagaderos en igual plazo, pese a que el fiscal Kenneth Scott le solicitó un castigo con la suma de 112 mil 700 euros para el rotativo.
Al Amine y el periódico Al-Akhbar fueron procesados a raíz de que en enero de 2013 publicaron en sus ediciones impresa y en internet en árabe dos artículos con los nombres y fotografías de 32 testigos.
El diario defendió su posición de que las inculpaciones a Hizbulah por la muerte de Hariri carecían de fundamento y se sustentaban en criterios políticos.
Según reportes de prensa, el exprimer ministro libanés y otras 22 personas, incluido un supuesto suicida que detonó la bomba, fallecieron en una calle del litoral de Beirut donde todavía hoy, más de 11 años después, son visibles los destrozos que provocó la potente deflagración.
Cinco sospechosos afiliados a Hizbulah fueron imputados por el TEL tras su establecimiento en 2009, y sus juicios en ausencia abrieron en enero de 2014, pero la corte retiró el caso contra Mustafa Badreddine, un comandante militar de la Resistencia que murió en un ataque en Siria en mayo último.
A comienzos de 2016, el tribunal exculpó tras una apelación al periodista del canal televisivo libanés Al-Jadeed Karma al-Khayyat, que había sido acusado también de publicar nombres de testigos.