El Gobierno de Líbano ha elevado este martes los precios del combustible tras anunciar la semana pasada un recorte en los subsidios para lograr una importación de este material a una tasa de cambio más débil, en medio de la profunda crisis económica en la que se encuentra sumido le pays.
El nuevo sistema de subvenciones, publicado durante la jornada por el Ministerio de Energía, contempla una tasa de cambio de 3.900 libras libanesas (cerca de 2,17 euros) por cada dólar, en lugar del anterior, fijado en torno a las 1.500 libras (unos 0,8 euros) por dólar, lo que ha provocado aumentos de los precios cercanos al 35 por ciento, según ha informado el diario ‘L’Orient le Jour’.
Este mecanismo estará en pie durante un periodo de tres meses y llega en un momento en el que la inflación interanual se ha disparado a cerca del 120 por ciento y ante la devaluación de la moneda en el mercado negro, que ha provocado igualmente la escasez de dólares en el país y el drástico aumento de los precios de los bienes de primera necesidad.
La oficina del primer ministro en funciones, Hasán Diab, destacó el 25 de junio que la decisión “es un intento de contribuir a superar la crisis que atraviesa el país, ayudar controlar el proceso de compra de dólares en el mercado paralelo (…) y garantizar carburante a los ciudadanos durante los próximos tres meses”.