PARÍS . Donantes internacionales se comprometieron el viernes a entregar 11.000 millones de dólares para ayudar al Líbano. La conferencia en París también intentó garantizar que se gaste bien el dinero, pues el país, además de estar fuertemente endeudado, sufre las consecuencias de la guerra en la vecina Siria.
El presidente francés Emmanuel Macron elogió la “movilización sin precedentes” de la comunidad internacional como un paso crucial para crear las condiciones para una paz sostenible en Oriente Medio.
“En una época en que el Levante vive probablemente uno de los peores momentos de su historia… es más importante que nunca conservar el bien más preciado: un Líbano pacífico, diverso y armonioso”, dijo Macron.
Los asistentes se comprometieron a entregar 10.200 millones de dólares en préstamos y 860 millones en donaciones, dijo por Twitter el embajador francés en Líbano, Bruno Foucher.
El primer ministro libanés Saad Hariri hizo un retrato sombrío de la situación de su país, cuya estabilidad está en juego, aseguró.
“No es solo la estabilidad de Líbano. Es la estabilidad de la región y por lo tanto de nuestro mundo”, dijo Hariri al advertir que el derrumbe del Líbano repercutiría en Oriente Medio y Europa.
Los temores de un derrumbe económico en el Líbano crecen de cara a la elección parlamentaria del mes próximo, la primera en nueve años.
Como consecuencia de los siete años de guerra en Siria, el crecimiento en el Líbano ha caído del 8% a apenas el 1%.
Para el 25 de abril está prevista una nueva conferencia en Bruselas para ayudar al Líbano a enfrentar el problema de los refugiados sirios