Beirut, 6 nov (PL) El patriarca maronita, cardenal Beshara Rahi, oró hoy por que el primer ministro designado, Saad Hariri, consiga formar gobierno lo antes posible, luego de la elección del presidente libanés, Michel Aoun, quien prometió erradicar la corrupción.
En su homilía dominical, el prelado cristiano afirmó que El Líbano no puede soportar el aplazamiento o la demora de un proceso tan importante como constituir el gabinete que Aoun le encargó a Hariri, en retribución al apoyo de este para que pudiera convertirse en jefe de Estado el pasado lunes.
Rahi señaló que esta nación árabe tiene una situación socioeconómica, financiera, desafíos de desarrollo y seguridad que requieren una ‘acción veloz’ para salvarlo, tal como indicó en flamante mandatario.
Durante la misa de hoy, el jefe de la Iglesia Maronita también rezó a favor del cese de lo que definió como guerras destructivas en Siria, Iraq, Yemen y Palestina, y urgió a negociaciones serias que conduzcan a soluciones políticas de dichos conflictos.
‘Tales soluciones garantizarían el retorno de refugiados (más de 1,5 millones de sirios y más de 470 mil palestinos) a sus países, como base para una paz justa, integral y duradera en Medio Oriente’, apuntó el religioso.
Entretanto, Aoun aseveró este domingo desde el palacio Baabda, sede de la Presidencia libanesa, que la corrupción ‘será erradicada’ bajo su mandato y no permitirá a ningún político violar la Constitución.
Al explicar una parte de su ‘visión por un Estado fuerte’, el recién elegido gobernante subrayó que su meta no era llegar a la Presidencia, sino ‘construir un país que esté fuerte mediante su unidad nacional’.
Dirigiéndose a personas de distintas regiones libanesas que llegaron a Baabda para felicitarlo, Aoun añadió que hoy pueden estar orgullosos y desafiantes ante todos los pueblos y países porque ‘hemos creado nuestra unidad nacional y empezaremos ahora el segundo trayecto, que es edificar un nuevo país.
Aoun recalcó que El Líbano ‘no estará subordinado a ningún otro país’ y abogó por que ‘fuerzas de seguridad no politizadas sean las que preserven la seguridad de los libaneses y deban encargarse de ejecutar las leyes’.
Esos no son simples consignas, acotó el presidente al recibir a simpatizantes cuyos parabienes rememoraron el momento en que Aoun ocupó el palacio Baabda de 1988 a 1990, sitio del que fue expulsado por tropas sirias entonces presentes en El Líbano.