Papa clama: No a la destrucción, sí a la paz en Siria

El papa Francisco hace un llamamiento a la paz y pide detener la guerra en Siria, tras reclamar ‘¡No a la destrucción, sí a la paz!’.

“Apelo al compromiso de todos para que se haga una elección a favor de la civilización: no a la destrucción, sí a la paz, sí a la gente de Alepo y de Siria”, ha clamado este domingo el papa argentino durante el Ángelus dominical, desde la ventana de su estudio en el palacio apostólico y ante miles de fieles reunidos en la plaza de San Pedro, del Vaticano.

El papa ha afirmado que cada día tiene presente en sus oraciones a las personas de Alepo, norte de Siria, para luego decir que no se debe olvidar que en esta ciudad hay familias, niños, personas mayores y enfermos.

En particular, el sumo pontífice ha señalado que la guerra no son solo números o movimientos de tropas, sino que tiene efectos dramáticos sobre la población que sufre sus consecuencias.

“Por desgracia, nos hemos acostumbrado a la guerra, a la destrucción, pero no hay que olvidar que Siria es un país lleno de historia, de cultura y de fe. No podemos aceptar que esto sea negado por la guerra, que es un cúmulo de abusos y de mentiras”, ha lamentado el sumo pontífice.

Desde el 15 de noviembre, las fuerzas gubernamentales sirias comenzaron una ofensiva sobre Alepo para liberar la urbe considerada como principal bastión de los grupos armados en territorio sirio, y hasta el momento ya han recuperado un 93 % de las zonas orientales de Alepo y controlan todas las zonas en el noreste de esta ciudad.

Mientras tiene lugar los enfrentamientos entre el Ejército sirio y los grupos armados en la parte oriental de Alepo, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha mostrado su preocupación por la situación en la que viven los niños en esta ciudad.

Si bien los occidentales piden una tregua humanitaria en Alepo, Rusia, país que asiste al Gobierno del presidente, Bashar al-Asad, en su objetivo de acabar con el terrorismo que asola al país árabe, ha advertido de que los repetidos llamamientos del Occidente a un alto el fuego en el este de la urbe no son sino intentos por salvar a los terroristas.