Beirut, 12 oct (PL) El movimiento Mustaqbal culpó hoy a su rival Hizbulah y a Irán de exacerbar divisiones, destrucción y derramamiento de sangre en Siria y Yemen, crisis regionales que inciden en la parálisis política de El Líbano.
Saad Hariri, líder de Mustaqbal (Futuro, en árabe), criticó el discurso que pronunció anoche en los suburbios del sur de Beirut el secretario general del movimiento Hizbulah (Partido de Dios), Sayyed Hassan Nasrallah, en la víspera del día del Ashura, una importante conmemoración islámica chiita.
‘La implicación de Irán y Hizbulah en la destrucción de ciudades sirias y el derramamiento de sangre de más de un cuarto de millón de sirios no será encubierto por sus exaltados discursos’, declaró el exprimer ministro al afirmar que su partido ‘no será arrastrado a las metas’ (de sus adversarios).
‘Irán es la punta de lanza del sabotaje en Siria, Iraq y Yemen. Es responsable de filtrar toxinas sectarias a nuestras comunidades y amenazar nuestra unidad’, respondió Hariri a Nasrallah, que acusó a Arabia Saudita y sus aliados del golfo Pérsico de apoyar a terroristas y masacrar a civiles.
Respecto a Yemen, el dirigente sunita consideró que quienes lamentan lo que ocurre allí ‘deberían detener su involucramiento en dividir (aquel país de la península Arábiga) y azuzar la guerra civil entre su pueblo’.
‘Antes de cuestionar a Arabia Saudita y lo que ha hecho en Yemen, ellos (Hizbulah) mejor que se pregunten qué están haciendo (allí) y cómo legitiman a Irán para entrenar y armar milicias. Paremos el derramamiento de sangre de yemenitas, sirios e iraquíes, y de golpear la unidad islámica’, dijo Hariri.
La reacción del líder de Mustaqbal al discurso de Nasrallah reavivó el omnipresente antagonismo entre los dos principales bloques políticos del país y del parlamento, donde las hondas discrepancias han impedido elegir al presidente libanés en los últimos 29 meses.
Nasrallah acusó anoche a la aviación saudita del bombardeo del pasado sábado que mató a unas 140 personas asistentes a un funeral en Sanaa, la capital de Yemen, dominada por los rebeldes de Ansar Allah, que también denunció al reino por cometer ‘crímenes de guerra’ y un ‘genocidio’.
Los aliados de la administración estadounidense en la región se mantendrán apoyando a los grupos armados para que continúen combatiendo, pronosticó el clérigo chiita al añadir que se aprecia una escalada y más tensiones en la zona por el rechazo de Riad y otros países a una solución política en Siria.
En opinión del líder de Hizbulah, ‘los norteamericanos, Arabia Saudita y algunos países regionales están bloqueando las soluciones políticas en Siria’, y les aconsejó aceptar esos posibles arreglos, ‘si desean el bienestar del pueblo sirio’.
Al abordar la política doméstica, Hariri descartó retirar su nominación de Suleiman Franjieh, jefe del movimiento Marada y aliado de Hizbulah, para la presidencia del país, mientras Nasrallah reveló que Mustaqbal y su también socio Movimiento Patriótico Libre (MPL) llegaron a acuerdos.
El jefe del Partido de Dios pidió al presidente del parlamento y líder del movimiento Amal, Nabih Berri, y a Franjieh, ambos aliados suyos en el bloque legislativo 8 de Marzo, ‘sumarse a los entendimientos’ para que pueda ser elegido jefe de Estado su candidato Michel Aoun, fundador del CPL.