Avigdor Lieberman, nuevo ministro de Defensa de Israel, pidió que los ciudadanos árabes israelíes desleales sean decapitados.
Lieberman, líder del partido ultra Yisrael Beitenu, conocido extremista y apologista del genocidio, también pidió incentivos económicos para que los árabes israelíes abandonen el país.
La polémica remodelación de gobierno sigue a la dimisión de su predecesor, Moshe Yaalon, que dijo que ya no tenía confianza en el primer ministro, Benjamin Netanyahu.
El titular sionista, que vive en un ilegal asentamiento en la Cisjordania ocupada, dijo en un discurso de campaña en 2015 que a aquellos árabes israelíes que están contra ellos se debería levantar un hacha y decapitarlos. “De otro modo -señaló-, no sobreviviremos aquí”.
Netanyahu le ofreció escoger entre ser ministro de Defensa o de Inmigración y Absorción, señaló el diario Ynet.
El profesor Juan Cole, de la Universidad de Michigan, experto en política sobre Medio Oriente, describió a Lieberman como un extremista de derecha.
Expresó que no existe ningún ministro europeo que esté cerca ideológicamente de Avigdor y añadió que si él toma esa posición será objeto de un boicot.
Una de las condiciones impuestas por Lieberman para unirse al gobierno israelí fue la de permitir la imposición de la pena de muerte a los resistentes palestinos.