Hemos aprendido en los banquillos de los colegios la consigna: “Abrir una escuela es cerrar una cárcel”. Las comunidades más desarrolladas la han adoptado, pero aquí hablaremos de un ejemplo de mujer, la educadora libanesa Karma Saber Al Baayni, de la Granja del Chouf, en la provincia de Monte Lebanon, que ha aplicado dicha consigna al pie de la letra.
Karma tomó las riendas de la gestión de la Escuela pública de la Granja de Chouf hace ocho años, en un momento en que el centro educacional estaba al borde del cierre ya que el número de estudiantes matriculados en aquel entonces no superaba los 23 alumnos, o sea menos que el número de profesores, maestros y empleados, y solo se hablaba de la necesidad de un cierre inevitable, al igual que algunas de las escuelas de la región y otras escuelas públicas del Líbano.
Ha sido un desafío para la mujer joven, que la llevó a actuar con determinación, primero con ella misma, para lanzarse en un proceso de rescate, que no permitiría cerrar la escuela pública, sino se mantendrá, e incluso evolucionará y atraerá nuevos estudiantes de la región, hasta convertirse en un modelo a seguir por los otros centros educacionales.
Con inteligencia y habilidad, comenzó su largo camino, y Al Baayni se movilizó en varios “frentes” en el curso escolar 2008-2009, puso un plan emergente de trabajo y comenzó a ejecutarlo en coordinación con el Consejo de los Padres, y contactando a los amigos de la sociedad civil, lo que le permitió asegurar los libros y materiales de estudio así como el transporte gratuito y la mitad del costo del registro anual que se paga una sola vez al inicio del curso para cada estudiante, también la preparación de programas para actividades fuera de la escuela de carácter científico, cultural, deportivo y de medio ambiente …