BEIRUT: El ministro de Relaciones Exteriores interino, Gebran Bassil, dijo el jueves que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados ACNUR, Filippo Grandi, había “prometido” evitar el asentamiento de refugiados sirios en el Líbano, luego de una reunión entre ambos en Ginebra.
Aunque Bassil ordenó la semana pasada que congele la renovación de los permisos de residencia para el personal de ACNUR, dijo el jueves que el Ministerio de Relaciones Exteriores echaria para atrás las medidas tomadas contra la agencia, si percibía un “cambio en su política adoptada”.
“Pedimos ver los procedimientos reales tomados por el ACNUR con respecto a los refugiados que quieren regresar por su propia voluntad”, dijo Bassil.
La reunión con Grandi se produce después de varias semanas de deterioro de las relaciones entre el Líbano y el ACNUR.
Aunque describió la reunión en términos positivos, Bassil también dijo que Líbano no dudaría en tomar medidas adicionales para sancionar a la agencia si no logra avanzar en la mediación del reasentamiento de los refugiados sirios del Líbano a Siria.
Poco menos de 1 millón de refugiados están actualmente registrados en ACNUR en el Líbano, mientras que las estimaciones del gobierno afirman que el número de refugiados sirios en el país es de alrededor de 1,5 millones.
“Hay quienes quieren regresar: su tierra está allí, tienen un acuerdo con el Estado sirio que les permite regresar y no se debe detener su regreso”, dijo Bassil.
“Queremos que la solución política en Siria se logre mañana, pero si no sucede, entonces no podemos permitirnos esperar. Su regreso puede acelerar la solución política”.
Bassil pidió al ACNUR que brinde ayuda a los sirios cuyas casas fueron destruidas en Siria, a fin de facilitar la reconstrucción de estas viviendas y el regreso de sus habitantes.
La creciente disputa pública entre el ACNUR y Bassil se centra en las acusaciones de este último de que la agencia está violando la soberanía libanesa al desalentar el regreso de los refugiados sirios a su patria.
El desacuerdo se profundizó el miércoles cuando Bassil mantuvo su retórica contra el ACNUR y la comunidad internacional durante una gira por la ciudad fronteriza de Arsal y sus alrededores.
“La política de ACNUR es prohibir el regreso, la política libanesa es alentar el regreso”, dijo Bassil durante la gira del miércoles. Insistió en que no estaba “enojado” con la agencia, sino que “estaba sorprendido de que no respetan nuestra política ni nuestra voluntad y soberanía”.
El ACNUR respondió a las acusaciones de Bassil en una declaración la noche del miércoles diciendo que “no trataría de disuadir a los refugiados de regresar cuando eligieran hacerlo”.
Bassil ha encabezado la acusación contra el ACNUR, mientras que algunos políticos han expresado sus reservas sobre la manera combativa con la que aborda el tema.
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