Al menos 48 personas, en su mayoría civiles, han sido asesinadas este sábado en la explosión de un camión bomba en Azaz, una ciudad controlada por rebeldes en la frontera con Turquía, según ha informado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Entre los fallecidos habría seis rebeldes. El atentado ha tenido lugar en un mercado frente a un tribunal islámico de esta localidad de la provincia de Alepo, siempre según el OSDH.
La identificación de las víctimas está resultando muy complicada debido al estado de los cuerpos, enteramente calcinados, ha subrayado el director del OSDH, Rami Abdel, Rahmane, que ha añadido que decenas de personas habían resultado heridas.
Un vídeo que se supone es del lugar de los hechos muestra grandes columnas de humo en una calle llena de restos metálicos. En las imágenes se observa igualmente a los bomberos desplegando sus mangueras para aplacar el fuego de los vehículos. Al tiempo, equipos de rescate, rebeldes y civiles buscan supervivientes entre los escombros de un edificio parcialmente derrumbado.
Azaz ha sido objetivo de numerosos ataques del autodenominado Estado Islámico (IS por sus siglas en inglés), aunque el atentado de este sábado ha sido el más sangriento hasta ahora. En noviembre, 25 personas, entre civiles y rebeldes, fueron asesinadas en un atetando con coche bomba contra la sede del grupo rebelde Noureddine Zinki, que responsabilizó al IS del atentado.
Osama Merhi, un abogado que se encontraba este sábado en el lugar de la explosión, ha señalado al IS. “Este tipo de crímenes solamente los comete el grupo terrorista Daesh [acrónimo árabe para el IS]”. “Son ellos quienes atacan a los civiles que reconstruyen el país”, ha señalado a France Presse.
El atentado ha tenido lugar en la novena jornada de un frágil alto el fuego que entró en vigor en numerosos frentes del país salvo en aquellos territorios controlados por los grupos yihadistas.