Las agencias de inteligencia de EEUU usan tácticas nazis al tratar de sabotear cualquier aproximación del nuevo presidente de EEUU, Donald Trump, a Rusia mediante una campaña de propaganda difamatoria contra ese país y el propio Trump.
Esto es lo que se desprende de las declaraciones del nuevo presidente en su primera conferencia de prensa, en las que él acusó a las agencias de inteligencia del país de “emplear tácticas nazis” filtrando “falsas noticias”.
El martes, el sitio BuzzFeed publicó un documento de 35 páginas que contenía afirmaciones de un supuesto antiguo espía británico que afirmó que Trump había sido cogido en una posición comprometedora en Rusia.
El documento también que Rusia poseía un dossier comprometedor personal y financiero de Trump que estaba usando para chantajear al presidente electo de EEUU.
Trump describió el material publicado sobre él como “falso” y una “caza de brujas política”, y dijo que las filtraciones de la comunidad de inteligencia de EEUU a algunos medios de comunicación eran una reminiscencia de la Alemania nazi.
“Creo que fue vergonzoso, vergonzoso que las agencias de inteligencia permitieron la filtración de una información tan falsa. Creo que es una vergüenza, y digo que eso es algo que la Alemania nazi habría hecho e hijo”, dijo Trump.
Rusia rechazó el miércoles el documento de BuzzFeed como una “falsificación total”, agregando que Moscú no posee ningún archivo comprometedor sobre Trump.
El portavoz y asesor del presidente ruso Vladimir Putin, Dimitri Peskov, dijo que el informe de BuzzFeed era una “completa fabricación y un absurdo absoluto”.
“Esta información no se corresponde con la realidad y no es más que ficción”, dijo, añadiendo que el Kremlin “no se dedica a recoger material comprometedor”.
Trump ha pedido mejores relaciones con Moscú, diciendo que esto beneficiará a todo el mundo. Sostiene que sólo las personas “estúpidas” o los “tontos” creerían que unos lazos estrechos entre EEUU y Rusia puedan ser algo negativo.
Acusaciones sin pruebas sobre ciberataques
Un informe publicado por agencias de inteligencia de EEUU acusó el viernes al presidente ruso Vladimir Putin de ordenar “una campaña dirigida a influir en las elecciones presidenciales de EEUU”. Sin embargo, tal informe no ofreció ninguna prueba de tales alegaciones.
Trump ha rechazado sistemáticamente las conclusiones de las agencias de inteligencia por motivos políticos, pero, bajo fuerte presión, pareció aceptar la participación de hackers rusos en ciberataques vinculados a las elecciones después de recibir una información de inteligencia el viernes.
Trump también había acusado a los que hicieron estas afirmaciones dentro de la comunidad de inteligencia de ser los mismos que promovieron la invasión de Iraq por EEUU en 2003, planteando de este modo dudas sobre las evaluaciones de la comunidad de inteligencia en la actualidad.
“Estas son las mismas personas que dijeron que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva”, dijo Trump en un comunicado el mes pasado.
Él además acusó a dichos círculos de llevar a cabo “una caza de brujas política” con el fin de restar validez a las elecciones presidenciales de noviembre que le dieron la victoria.
Esto quiere decir que el propio Trump es consciente de la existencia de una amplia campaña para demonizar a Rusia y sabotear cualquier intento suyo de buscar una aproximación a Moscú. Esta campaña está promovida por la comunidad de inteligencia, el Congreso, altos funcionarios y los grandes medios estadounidenses que favorecen la política de confrontación con Rusia.
Cualquier movimiento de aproximación a Trump será presentado así por estos círculos como un intento de Trump de “agradecer el favor” o de “someterse al chantaje” de los rusos, en lo que constituye una clásica táctica de guerra sucia, dirigida esta vez contra el presidente de EEUU.