Tropas españolas en el nuevo gran foco de tensión del Líbano y Oriente Medio

El derribo de un caza F-16 israelí por baterías antiaéreas sirias, probablemente de fabricación rusa, es la punta del iceberg de una serie incidentes transfronterizos que han provocado una escalada de tensión en la frontera norte de Israel, que comparten Siria y El Líbano.

A pesar de que el acuerdo tripartito (Rusia, Turquía e Irán ) para crear zonas de “distensión” en Siria debía mantener lejos de la vista de Israel a las milicias proiraníesel movimiento de combatientes chiíes, bajo las órdenes de Irán, cerca de los Altos del Golán ha puesto en máxima alerta a las Fuerzas de Defensa Israelíes (IDF).

Para el Gobierno israelí, tanto Siria como el Líbano no son más que la prolongación de los tentáculos de Irán (su archienemigo regional).

Ahora que la guerra en Siria ha entrado en su final, un nuevo foco de inestabilidad parece abrirse, de nuevo en el limite sur del Líbano, la zona más peligrosas del país ya que en cualquier momento puede estallar un enfrentamiento entre Israel y Hizbulah.

La tensa calma que se respira el sur del Líbano desde octubre de 2006 (el fin de la guerra de los 33 días entre Hizbulah e Israel) podría volver a romperse si sigue adelante el proyecto de construcción de un muro por la parte israelí, y la exploración de gas y petróleo del lado libanés en aguas disputas con Israel.

No hay que olvidar que, en este tiempo, el “Partido de Dios” ha reconstruido su arsenal con al menos 100.000 cohetes de corto alcance y varios miles de misiles más que pueden llegar al centro de Israel. Además tiene la capacidad de poder movilizar a más de 30.000 combatientes.

Ante la amenaza que significaría para las IDF la presencia de fuerzas enemigas al otro lado de la frontera, Israel comenzó el pasado jueves a construir un muro de seguridad en la zona sur de la “Blue Line”, la línea fronteriza que trazó la ONU en el año 2000 tras la retirada de las tropas israelíes del sur libanés.

Precisamente, en el sector sureste de la “Blue Line” están desplegadas las tropas españolas que sirven en la misión internacional de UNIFIL desde 2006 (la segunda guerra del Líbano).

Actualmente, se encuentra destacada en el sur del Líbano la brigada Extremadura XI, con más de seiscientos soldados desplegados entre el cuartel general del sector, la base Miguel de Cervantes y varias posiciones avanzadas.

La tensión ha empezado a crecer entre Israel y el Líbano y esto se traduce a más inestabilidad en el sur del país del Cedro, a pesar de los llamamientos a la calma de los portavoces de la UNIFIL.

Estados Unidos observa con lupa los recientes acontecimientos para atajar el problema que podría afectar la seguridad de los cascos azules desplegados en el sur del Líbano.

Este jueves está prevista la visita del secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, donde se abordará el contencioso del “bloque 9” donde el Líbano tiene previsto iniciar los trabajos de exploración de gas y petróleo y el proyecto israelí para la construcción del muro de seguridad.

Andrea Tenenti, portavoz de UNIFIL, explica a El Confidencial que oficiales de Israel, Líbano y Naciones Unidas mantuvieron el primer encuentro tripartito de 2018 sobre el controvertido muro que ha empezado a construir Tel Aviv.

La única manera de mantener la situación en calma es a través de las conversaciones tripartitas. Desde UNIFIL trabajamos en estrecha coordinación con los oficiales libaneses e israelíes, a través del mecanismo tripartito para abordar cualquier problema que pueda generar tensiones y reducir al mínimo los malentendidos entre las partes”, indicó Tenenti.

Sin embargo, a pesar de que en la reunión del pasado lunes se acordó seguir con nuevas conversaciones, Israel unilateralmente ha empezado ya los trabajos del muro.

 

No podemos meternos si Israel quiere construir un muro en su lado”, manifestó el portavoz de la UNIFIL que reconoció que las autoridades libanesas “tienen sus reservas” porque dicho muro cruzará por 13 puntos sensibles a lo largo de la “Blue Line”.

El muro de seguridad ha empezado a levantarse en Ras Naqura, en la zona más al sur de la “Blue Line”, donde se encuentra las oficinas centrales de UNIFIL.

El contingente español está en este sector por lo que no afecta, de momento, la disputa del muro. Pero como bien saben los soldados españoles -ya lo han sufrido en sus propias carnes en varias ocasiones- la tensión puede estallar en el momento más inesperado.

Hace dos años murió por fuego israelí contra posiciones de Hizbulah el cabo Francisco Javier Soria durante una patrulla de reconocimiento cerca de la localidad de Ghajjar. En 2007 murieron otros seis miliares españoles de la misión de UNIFIL en un atentado contra el convoy en el que viajaban.

A pesar de que la función del contingente español en la misión de UNIFIL es prestar asistencia a las Fuerzas Armadas libanesas, que son las encargadas de la seguridad en el sur del país, los soldados salen a patrullar con equipamiento militar completo. Es decir casco, chaleco y fusil cargado, además de munición en los blindados.

“Aunque la situación hace años que es tranquila, no podemos permitirnos perder ningún soldado”, reconoce a El Confidencial el teniente coronel Luis Fernando Pérez Amo, o teniente coronel Koldo, y que es el oficial de Información Pública (PIO) del contingente español.

No somos policías, no sustituimos al ejército libanés, ellos son los que custodian la ‘Blue Line’. Nosotros somos un refuerzo, les ayudamos, y les asistimos”, insiste el PIO. Pero, ¿están realmente preparadas las fuerzas libanesas para defender su país de un ataque desde el exterior?

Hasta ahora, la única fuerza que ha defendido al Líbano de las “amenazas externas” (Estado Islámico, Al Qaeda e Israel) ha sido el movimiento chií Hizbulah quien, en teoría, tendría que estar desarmado en el sur del Líbano.

“Estamos en un país en calma, no hay guerra, no se ve movimiento de armamento prohibido. En los años que lleva la FINUL nunca hemos visto a Hizbulah rearmarse”, asegura el teniente coronel Koldo.