Un informe de Amnistía Internacional revela violaciones de los derechos humanos perpetrados por varias facciones rebeldes apoyadas por EE.UU. en Siria.
Uno de estos grupos, respaldados por Washington, es Nureddin al Zinki. Varios de sus integrantes fueron tomados en un video en el que se ve como decapitan a un niño palestino, un método utilizado habitualmente por las organizaciones terrorista Daesh y Frente al Nusra.
El video muestra a combatientes de la referida banda terrorista que califican al niño como soldado de Assad y espía al servicio de la Brigada de Jerusalén, compuesta por palestinos que luchan al lado del Ejército sirio.
Un segundo vídeo les muestra decapitándole en la parte trasera de un camión.
Fuentes sirias desmintieron que el niño sea un combatiente. Ellas señalan que Abdulá Isa, que era su nombre, era un desplazado palestino y residía en un área bajo control de los grupos armados.
Este incidente tuvo lugar en Handarat, en la provincia de Alepo, donde se asientan los grupos armados Nureddin al Zinki y el Ejército Sirio Libre.
El informe de AI señala que los grupos rebeldes apoyados por EE.UU. han cometido numerosos crímenes y torturas en Siria.
Pero el asesinato del niño a sangre fría ha creado una ola de indignación a nivel local e internacional.
Medios sociales han señalado, una vez más, que la muerte del niño demuestra que no existe una oposición siria armada moderada y que la ideología y métodos de los grupos rebeldes apoyados por EE.UU. es indistinguible de la de Al Qaeda o Daesh.