Beirut, 31 oct (PL) El flamante presidente de El Líbano, Michel Aoun, prometió hoy trabajar por la estabilidad política de su país y protegerlo de Israel, además de impulsar una diplomacia de ”auto-disociación de los embravecidos fuegos en la región”.
‘Protegeremos a nuestro país del enemigo israelí y actuaremos de modo preventivo con el terrorismo hasta aniquilarlo’, enfatizó Aoun en su primer discurso tras obtener 83 de los 127 votos posibles y ser proclamado el jefe de Estado número 13 de este país árabe.
Antes de ir al Palacio Baabda, sede de la Presidencia, el también líder del bloque Cambio y Reforma afirmó que el primer paso es la ‘estabilidad política’, sólo alcanzable -acotó- mediante el respeto de la Constitución.
Reafirmó su compromiso con atenerse a decisiones de la Liga Árabe y dictar una política exterior de no alineamiento con ninguno de los conflictos de Medio Oriente, aunque su ascenso al poder con el apoyo del movimiento de Resistencia Hizbulah hace prever que le será difícil.
En otra parte de su intervención ante el hemiciclo el exgeneral retirado señaló que ‘no hay solución en Siria sin el retorno de los desplazados’ (sirios asentados aquí) y agregó que ‘ese dilema debe arreglarse con la ayuda de otros Estados y en coordinación con la ONU’.
Debemos también confirmar el derecho de retorno para los palestinos, añadió el mandatario al aseverar también que ‘su máxima prioridad’ es ‘armar y desarrollar las capacidades de las Fuerzas Armadas Libanesas, hasta que se conviertan en un Ejército capaz de proteger su propia patria’.
Es necesario ejecutar plenamente y sin relatividad el documento de acuerdo nacional, vivir el espíritu de la Constitución mediante verdadera paridad, y decretar una nueva ley electoral, prosiguió Aoun.
Inmediatamente después de asumir sus poderes constitucionales, el mandatario instruyó al aún primer ministro Tammam Salam mantaner el gobierno de forma interina hasta la formación de uno nuevo, que deberá encabezar Saad Hariri, quien fue determinante para que pudiera ser investido hoy.
Por otra parte, urgió a adoptar un plan nacional para enmendar la situación económica y defendió la descentralización administrativa, así como una serie de leyes que protejan al país de la galopante corrupción.
Rodeado de seguidores y de su esposa, Nadia Aoun, el jefe de Estado libanés llegó a Baabda en medio del saludo de la Guardia Republicana, el disparo de 21 salvas y el izado de la bandera nacional en una sede que estuvo vacante desde que Michel Sleiman finalizó su gestión el 25 de mayo de 2016.
‘Es un día de resurrección’, twiteó su yerno y canciller libanés, Gebran Bassil, mientras el líder druso Walid Jumblatt habló de un ‘excelente día’ después de una crisis de tres años y pidió a todos ‘cooperar para enfrentar los desafíos nacionales’.
A su vez, el jefe del movimiento Marada y excandidato presidencial, Suleiman Franjieh, definió la elección como una victoria para la coalición política, en referencia al bloque 8 de Marzo encabezado por Hizbulah y del que forman parte su partido y el de Aoun.
El presidente del parlamento y líder del movimiento Amal, Nabih Berri, sostuvo un encuentro privado con el recién electo mandatario y le expresó que su triunfo ‘debe ser el comienzo y no el fin, y el Consejo está listo para extenderle una mano de ayuda para preservar a El Líbano’.