La comunicación hace referencia al ministro de Estado para Asuntos de la Presidencia, Pierre Raffoul, quien advirtió que esperarán hasta finales de este mes. ‘Cuando finalice, las cosas serán diferentes’, añadió.
Los analistas toman en cuenta que Aoun tendría las manos atadas para agilizar una solución del proceso, en tanto que el acuerdo sellado en 1989, en la ciudad saudita de Taif, no le concede ese derecho.
Ese tratado puso punto final a un conflicto interno en El Líbano que dilató 15 años (1975-1990) y estableció una distribución equitativa parlamentaria y de otros puestos administrativos y gubernamentales entre musulmanes y cristianos.
La Constitución libanesa tampoco otorga al presidente o al parlamento la posibilidad de suplantar al primer ministro en la tarea de formar el Ejecutivo.
Hasta ahora, el designado jefe de Gobierno, Saad Hariri, fracasó en el intento de conciliar las discordias entre los partidos cristianos Corriente Patriótica Libre y Fuerzas Libanesas y del druso Partido Socialista Progresista e incluso de musulmanes sunitas de su grupo político Corriente Futuro.
Hariri también enfrenta solicitudes de algunos políticos respecto a que una mejoría de los vínculos con Siria, facilitaría la instalación del Gabinete.