El papa Francisco recibió hoy en audiencia al presidente del Líbano, Michel Aoun, y durante el encuentro le reiteró “el aprecio por la acogida que el país presta a los numerosos refugiados sirios”, que superan el millón.
La oficina de prensa del Vaticano explica en una nota que durante los 18 minutos de reunión “se hizo referencia a Siria, con especial atención a los esfuerzos internacionales para lograr una solución política al conflicto”.
“Hubo un amplio intercambio de puntos de vista sobre el contexto regional, mencionando los otros conflictos en curso y la situación de los cristianos en el Medio Oriente”, agrega la nota.
También el papa “expresó satisfacción por el compromiso de las distintas fuerzas políticas para poner fin a la vacante presidencial manifestando el deseo de que en el futuro sea cada vez más provechosa la colaboración entre los miembros de las diversas comunidades étnicas y religiosas de cara al bien común y al desarrollo de la nación”.
Aoun, que es católico maronita, llegó a Roma acompañado de una delegación de la que formaba parte su esposa, Nadia al Chami, y algunos miembros de su familia. También se reunió con el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin.
El presidente libanés donó al pontífice argentino una estatua del Niño Jesús con una túnica que había sido tallado en madera de cedro, el árbol símbolo del Líbano por parte de las monjas carmelitas que viven en el país.
Francisco a su vez regaló una rama de olivo en bronce y tres de sus documentos: la encíclica “Evangelii gaudium” y “Laudato si” y la exhortación “Amoris laetitia”.
Se trata del primer encuentro con el papa del mandatario libanés y de su primer viaje a un país occidental desde que asumió el cargo. el pasado 31 de octubre.
El viaje a Líbano en 2012 fue el último que realizó el papa Benedicto XVI.