El ministro libanés de Industria, Husein Hach Hasan, ha asegurado hoy que el Líbano ha gastado 10.000 millones de dólares en atender a los refugiados sirios huidos de la guerra, de los que solo ha recuperado el 10 por ciento.
“Los indicadores no son tranquilizadores, sobre todo tras la acogida de más de un millón de refugiados”, dijo el ministro en una ceremonia organizada con motivo del Día de la industria libanesa.
En el Líbano hay en torno a 1.100.000 sirios, según datos de la ONU, aunque las autoridades libanesas ascienden esa cifra a entre 1,5 y 2 millones de personas.
La mayoría de refugiados sirios se concentran en el norte y en el valle oriental de la Bekaa, consideradas las regiones más pobres del país.
La presencia de ese gran número de personas ha obligado al país a duplicar sus esfuerzos y ha supuesto una carga extra para la infraestructura, ya deficiente debido a los tres lustros de guerra que vivió el país (1975-1990).
En su comparecencia, Hach Hasan también subrayó que el país “atraviesa un periodo difícil a nivel socio-económico” e instó a la comunidad internacional a ayudar al país adoptando un comercio equilibrado para compensar el gran volumen de importaciones.
En este sentido subrayó que el Gobierno se ha marcado como objetivo “aumentar las exportaciones de 3,5 mil millones de dólares a 5 mil millones de dólares y disminuir las importaciones” que superan los 21.000 millones de dólares.