El Ejército sirio recibió un gran impulso este fin de semana pasado cuando sus fuerzas finalmente asumieron el control del área de Wadi Barada en la provincia de Damasco después de más de un mes de lucha.
El Alto Mando del Ejército sirio señaló que se había producido una vuelta a la calma. Desde diciembre de 2016 esta región había sido escenario de fuertes combates.
Según una fuente militar en Damasco, más de 5.000 soldados del Escudo de Qalamoun (3ª División) y de la Guardia Republicana han quedado liberados como resultado de esta exitosa operación militar en el área de Wadi Barada, que cubre unos 400 km2.
Como resultado de esta operación, la zona de Ain al Fiya, donde se encuentra la estación que envía agua corriente a la capital, Damasco, ha sido liberada y los suministros han sido reanudados.
En total, según el canal Ak Ijbariyah, más de 3.000 militante se han rendido al Ejercito sirio durante esta batalla.
La fuente militar añadió que el Escudo Qalamun se volverá a desplegar en las laderas orientales de las montañas de Qalamun, mientras que las unidades de la Guardia Republicana de las 104 y 105 brigadas serán transferidas a la Guta Oriental.
Esta noticia representa un problema para las fuerzas de oposición sirias, ya que ya están experimentando escasez de hombres y equipo militar.