El proyecto de ley bipartidista exige una investigación del DNI para producir un Estimado Nacional de Inteligencia (NIE) y ayudar a evaluar el trabajo de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FINUL) y “también detallar las formas en que Hezbollah recauda y distribuye fondos en la región bajo el mandato de la FINUL
BEIRUT: Dos congresistas estadounidenses presentaron la semana pasada un proyecto de ley dirigido al grupo rHezbollah espaldado por Irán luego de presentar al Congreso la ‘Ley de desarme de Hezbollah’ (HR 5540) que ordena al Director de Inteligencia Nacional (DNI) investigar más al grupo en términos de sus “capacidades, arsenal y las rutas de suministro ilícitas que utiliza para adquirir armas”.
El proyecto de ley fue presentado por Tom Suozzi (demócrata-Nueva York) y Adam Kinzinger (republicano por Illinois), y ambos miembros calificaron a Hezbollah como una “amenaza para nuestros aliados”.
“Hezbolá continúa desarrollando sus capacidades militares, con decenas de miles de misiles avanzados que amenazan nuestros intereses y aliados en Medio Oriente”, dijo Suozzi.
Bajo la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que puso fin a la devastadora guerra de 2006 entre Hezbollah e Israel, el grupo militante recibió la orden de abandonar sus armas y otras capacidades militares. El grupo rechazó esta disposición y ha continuado apuntalando su arsenal.
El proyecto de ley sigue a una serie de enmiendas a la legislación anterior destinada al grupo luego de que el Congreso presentara el año pasado un proyecto de ley que apunta a las finanzas de Hezbollah.
La administración Trump pidiió sancionar a las personas y empresas que participan en actividades de recaudación de fondos y reclutamiento para Hezbollah.
Estados Unidos designó a Hezbollah como una organización terrorista en 1997, mientras que la Unión Europea agregó solamente su ala militar a la lista de terroristas en 2013.
En enero de 2018, Estados Unidos también presentó un proyecto de ley que insta a la UE a clasificar Hezbollah en su totalidad como una célula terrorista, luego de que la UE ignoró inicialmente la presión de los EE. UU. Y su aliado Israel para prohibir completamente la organización, permitiendo contacto politico con sus representantes.