Cientos de colonos israelíes, escoltados por militares, irrumpieron nuevamente en la tumba del Profeta José en la ciudad cisjordana de Nablus.
Según fuentes locales, los palestinos intentaron impedir la entrada de los israelíes, al considerarlo como ilegal.
En respuesta, los soldados del régimen de Tel Aviv dispararon balas de goma y gas lacrimógeno contra los indignados palestinos. En el incidente, al menos dos palestinos resultaron heridos.
Este tipo de acto violento de profanación por parte de los israelíes extremistas contra los sitios sagrados palestinos se reportan de manera sistemática.