El ministro del Exterior, Gebran Bassil, de visita en Washington para participar en la reunión de la Coalición Internacional contra el Terrorismo, junto con representantes de otros 68 países, asistió este martes a una recepción en la Embajada del Líbano en Washington, organizada por la encargada de negocios, Carla Jazzar, en presencia de miembros de la comunidad libanesa procedentes de diferentes ciudades de los Estados Unidos, así como destacadas personalidades diplomáticas, militares, religiosas y del mundo empresarial.
Dirigiéndose a la comunidad libanesa, el Ministro Bassil dijo: “Llevo conmigo las preocupaciones del Líbano y las esperanzas de los libaneses de tener un país digno al cual pertenecen.
Nosotros, en el Líbano, soportamos incontables sufrimientos y sacrificios. Dios nos ha bendecido con un mosaico de 18 confesiones religiosas y nos ha dotado con la capacidad de vivir unos con otros, una singularidad y modelo para el mundo, y de cómo gobernar, cristianos y musulmanes, un país en asociación e igualdad de derechos y condiciones, en un momento, y esto no es un secreto, donde ya no quedan muchos lugares para las diferencias ideológicas y religiosas, ni para compartir incluso la vida, y donde pueden ver cómo acreciente la división en los países del mundo.
Sin embargo, la historia del éxito del Líbano se ve obstaculizada por tres grandes crisis: la del terrorismo, la de los refugiados y la economía, esta última es consecuencia de las dos primeras crisis.
Desde aquí, desde la capital del país más grande del mundo, les digo que nosotros como libaneses nos sentimos orgullosos de dar clase de la hospitalidad y los derechos humanos, gracias a los servicios que hemos ofrecido a los sirios en el Líbano. Ningún país del mundo, ni siquiera los que han firmado acuerdos internacionales sobre los desplazados y refugiados, ha podido ofrecer aunque sea una pequeña parte de lo que hemos ofrecido a nuestros vecinos y hermanos sirios y palestinos.
Lo que hemos hecho se debe a nuestra naturaleza de ser sin recibir en cambio ninguna presión. Abrimos nuestros hogares y corazones a los necesitados. El Líbano siempre ha sido lugar de refugiados y perseguidos, pero al mismo, para la conciencia humana, decimos que el Líbano es una necesidad para la humanidad y debe mantenerse viva.
El Líbano con las actuales cargas que tiene encima no podrá continuar con vida. Por nuestro amor a nuestro país y a nuestros vecinos decimos: ya basta de echarle carga encima al Líbano. Es hora de que el Líbano, principal socio en la lucha contra el terrorismo, en la promoción de la cultura de la moderación, de la democracia y derechos humanos, el Líbano, hoy, está a punto de desaparecer si el mundo se niega a compartir el soporte de esta carga.
Cuando vemos como los pueblos migran de un lugar a otro, decimos que es necesario que el pueblo sirio permanezca en su tierra al igual que el pueblo libanés, y sería una gran pérdida para el mundo y la humanidad si se vacían Siria y el Líbano de sus propias gentes, donde no habrá posibilidad alguna de que las personas vivan juntos. ¿Imagínense la mala repercusión que sufrirá el mundo si los libaneses dejaran de vivir juntos ¿Dónde vivirá el musulmán con el cristiano? ¿En Francia O en Indonesia O otro punto del mundo? De si continuara o no el Líbano, es el gran desafío que representa para toda la humanidad.
Nuestra participación en la reunión contra ISIS es gracias al modelo humano que representamos, y si este permanecerá o desaparecerá. La cuestión no se limita a una organización terrorista, tampoco a la región donde se encuentra esta organización, más bien es del ser humano y si este puede vivir con el otro o no. Así podemos ganarle a ISIS”, concluyó Bassil