Ante cerca de 800 descendientes de emigrantes libaneses radicados en distintos países, y la presencia del empresario Carlos Slim, el ministro del Exterior del Líbano, Gebran Bassil, dijo en Cancún que su nación espera tener al menos un centenar de representaciones diplomáticas en Latinoamérica, como parte de renacionalización de ciudadanos que, dijo, deberán recobrar sus derechos y privilegios.“No venimos a pedirles nada, al contrario, queremos ofrecer lo que le corresponde a la comunidad libanesa, producto de la diáspora que existe, pero que no han dejado sus costumbres y su identidad con su pueblo”, apuntó.
En la inauguración del Segundo Congreso Mundial de Emigrantes Libaneses Gebran Bassil reconoció que en la actualidad es mínima la participación de esta comunidad ubicada en Latinoamérica con su parís, en comparación con la de otras partes del mundo, por lo que llamó a la gente ahí presente a interesarse más por los asuntos de su nación.
Queremos, abundó, que participen en las elecciones, que emitan su voto, que se sientan parte del Líbano y que cuenten con sus plenos derechos y privilegios que esto representa, y por ello incrementaremos, añadió, el número de consulados en esta región, porque los 15 que existen actualmente son insuficientes, generando más unidad e identidad.
Por su parte, el empresario méxico-libanés, propietario del grupo Carso, Carlos Slim, aceptó que hace falta más comunicación, incrementar los lazos entre la comunicad libanesa y su gobierno a través de las embajadas y consulados.
Slim Helú recordó la historia de la diáspora de libaneses y su llegada a México hace aproximadamente 150 años, y señaló que aquellos que iniciaron como campesinos para después convertirse en comerciantes de “baratijas” a pagos a plazos, hoy son mexicanos de cuatro, cinco o hasta seis generaciones, con importante representatividad en este país.
A su vez, el subsecretario de Relaciones Exteriores, Carlos de Icaza, resaltó la importancia de la “gran comunidad libanesa en México, de la cual me honro en pertenecer”, dijo.
Agregó que en México la población de origen libanés asciende a por lo menos 500 mil personas, “y aquí siempre reconocemos su valioso papel que juegan en la sociedad”, y recordó la frase del ex presidente Adolfo López Mateos: “Quien no tenga un amigo libanés, que lo busque…”
En el evento se recordó que el mismo gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, es descendiente de libaneses, y cabe mencionar que también lo es ex mandatario Roberto Borge Angulo, hoy preso en Panamá, siendo que entre ambos se mantiene una gran animadversión, producto del poder estatal.