El presidente Michel Aoun subrayó el viernes que el Líbano condena el uso de armas de destrucción masiva “independientemente de la identidad de su autor”, tras el presunto ataque químico de esta semana en Khan Sheikhun, en Siria, que mató al menos a 86 personas, entre ellos 30 niños.
El ataque dejó también a cientos sufriendo síntomas de convulsiones, vómitos o espuma en la boca.
“El Líbano, que ha firmado todos los tratados y convenciones internacionales que prohíben el uso de armas de destrucción masiva, condena y deplora el uso de estas armas, independientemente de la identidad de su perpetrador”, dijo Aoun al director regional de la Organización Mundial de la Salud, Mahmoud Fekri, en el palacio de Baabda.
El Líbano “también pide a la comunidad internacional que obligue a Israel y a los países que no han firmado estos tratados a cumplir con sus estipulaciones y someter a sus instalaciones nucleares a las inspecciones del Organismo Internacional de Energía Atómica”, agregó Aoun.