El presidente Bashar al-Assad expresó que Siria considera positiva la mejora de las relaciones entre Moscú y Ankara.
En entrevista con el periódico ruso Komsomolskaya Pravda, a una pregunta de si cree que los rusos están cometiendo un error al confiar nuevamente en Erdogan después de su traición y después del derribo del cazabombardero ruso por los turcos, Al Assad señaló que desea que ese acercamiento Rusia logre influir y hacer algunos cambios en la política turca.
En ese sentido, añadió que retomar la ciudad de Alepo servirá para forzar el retorno de los terroristas a Turquía.
“Hay que seguir limpiando esta zona y forzar a los terroristas a volver a Turquía para que retornen al lugar del que proceden, o matarlos. No hay otra opción”, declaró.
Para lograr este fin, el mandatario consideró que Alepo va a ser una importante plataforma y adujo que, a partir de allí, continuará la limpieza y expulsión de terroristas en otras zonas del país árabe que han caído en manos de los extremistas.
También tachó la invasión y violación del derecho internacional las acciones de Turquía en Siria, como la operación militar terrestre que emprendió el Ejército de Turquía en el territorio sirio el pasado 24 de agosto bautizada como ‘Escudo del Éufrates’ para presuntamente combatir a los terroristas del Daesh.
Al referirse a que Daesh nunca a amenazado al régimen israelí y viceversa, el mandatario indicó que no hay contradicción o diferencia entre Israel y cualquiera organización como el Frente al Nusra o Daesh u otro grupo vinculado a Al Qaeda.
Respecto al número de terroristas presentes en Siria, el presidente estimó que en estos momentos aproximadamente superen los 300 mil. Es por eso que hay que seguir acabando con los elementos terroristas, aunque aún sigan viniendo nuevos reclutas del extranjero y de todas partes del mundo con ideología wahabita.
En otra parte de su entrevista, se refirió a los motivos del conflicto sirio y enfatizó que la guerra es ahora un conflicto entre Occidente y Rusia, país que resalta como el que ha ayudado a cambiar el equilibrio de poder en Siria para reducir las zonas controladas por los terroristas, todo lo contrario a la llamada coalición liderada por Estados Unidos, que no ha logrado ningún resultado sustancial.
Reconocido que una tercera guerra mundial a estas alturas no parece improbable.
“El olor a guerra se siente en el aire aunque de momento no se registra una confrontación militar directa”, advirtió.
Siria es uno de los escenarios de la Guerra Fría, que siguen manteniendo los países occidentales, especialmente Estados Unidos, incluso después de la desintegración de la Unión Soviética.
Explicó que la escalada del conflicto que vemos hoy tiene como objetivo mantener la hegemonía de EE.UU. en el mundo, a la vez que consideró que la solución del conflicto pasa por determinar quién apoya a los terroristas.
“Ahora no importa quién se inmiscuye en los asuntos sirios, lo más importante es establecer que países apoyan cada día, cada hora, a los terroristas”, destacó.