Seis meses después de la explosión en el puerto de Beirut, las autoridades comienzan a perfilar sus planes para el futuro del recinto donde se originó la deflagración que causó más de 200 muertos y 6.500 heridos, mientras algunas iniciativas abogan por convertirlo en un parque para la memoria colectiva.
El Banco Mundial estima que la reconstrucción del puerto capitalino, donde aún se puede ver un gran agujero en el lugar de la explosión del 4 de agosto y un solitario edificio en ruinas, costará entre 425 y 520 millones de dólares.
El director del puerto, Bassem Kaissi, no se muestra muy convencido de que se vaya a realizar por las dificultades en el acceso a los materiales, pero sí descarta que se vaya a levantar un memorial “permanente” y asegura que ninguno de los autores de las propuestas que han salido a la luz ha contactado a las autoridades hasta el momento.
UNA PROPUESTA LOCAL
Una de las propuestas más sólidas es la del reconocido arquitecto libanés Carlos Moubarak, que ha estado recabando opiniones entre la población y planea hacer conferencias y otros actos para “afinar” su proyecto acorde a las expectativas de los beirutíes, especialmente de las víctimas y sus familiares.
“Este es un momento histórico, un evento histórico, una explosión histórica entre las más grandes de todos los tiempos y ocurrida en el medio de la capital, lo cual es único en la historia, de modo que el suceso debe marcarse con algo que se corresponda con su magnitud”, consideró Moubarak.
El arquitecto explicó que su propuesta de diseño cuenta con dos ejes centrales: el “epicentro de la explosión” y los silos que ardieron, un elemento que quiere conservar a pesar de que ahora presenta “problemas estructurales” y su mantenimiento requeriría una “solución técnica innovadora”.
“La pieza central de este proyecto es lo que llamamos el anillo del recuerdo, este es el objeto que consideramos una cristalización arquitectónica de la deflagración y una materialización de este momento en el tiempo”, detalló.
Esa área se convertiría en un “símbolo de unidad” y “un lugar para llorar la pérdida”.
Además, el parque memorial sería “una vasta plataforma abierta para las expresiones artísticas y culturales, y la interacción social”, al mismo tiempo que conservaría la parte operacional del puerto, con unos 10.000 metros cuadrados de espacio para almacenes.
Pero para él es mucho más que un memorial, es parte de un “largo” proceso de “justicia transitoria” para una población que de por sí tiene una relación “muy confusa” con la memoria después de vivir varias guerras en las últimas décadas.
“Los jueces y fiscales tendrán que hacer su trabajo, y yo, como arquitecto, planificador urbanístico y diseñador, estoy contribuyendo a la parte no judicial del mecanismo de la justicia transitoria, para preservar la memoria colectiva después del trauma nacional derivado de la tragedia”, concluyó.
TAMBIÉN DESDE EUROPA
Una de las primeras ideas para reconstruir el puerto de Beirut apareció apenas un mes después de la explosión de la mano del diseñador conceptual portugués Tomás Reis, de 29 años, que “conmovido” por lo sucedido creó una serie de “imágenes concepto” para un futuro memorial en la zona cero.
En una entrevista telemática con Efe desde Lisboa, el joven explica que no se trata de un “proyecto arquitectónico” sino de una “idea teórica” todavía en su “primera etapa conceptual”, por lo para su diseño no se puso “límites” de ningún tipo, ni siquiera en lo relativo a su “viabilidad”.
“No está para nada pensado con la intención de responder preguntas, está dirigido a plantear preguntas sobre algunas elecciones con las que la gente y las autoridades de Beirut tendrán que lidiar a lo largo de los próximos años”, agregó Reis.
El proyecto incluye una suerte de líneas concéntricas, que se expanden como una metáfora de la “onda expansiva” desde el lugar donde se originó la deflagración, siendo las de dentro un reflejo del pasado hecho de cemento y piedra, además de un anfiteatro y un paseo principal.
Más allá, habría unos “cinturones verdes” con vegetación mediterránea, dando forma a una idea que pretende también preservar los viejos silos añadiendo elementos paisajísticos relacionados con el puerto y la ciudad, y a su vez construir unos nuevos en el recinto.
El diseñador conceptual afirma estar disponible para cooperar con los encargados de la reconstrucción del puerto porque “lo que sea que se decida ayudará a la imagen de la ciudad y estará también relacionado con la memoria colectiva, con cómo se enseñará a la siguiente generación la historia de Beirut”.
Fuentes: EFE