Los mercados financieros reaccionaron positivamente frente a las declaraciones del primer ministro dimitido Saad Hariri y el contenido tranquilizante de sus palabras, lo que se vio reflejado en la disminución de la presión negativa sobre los bonos libaneses en los mercados extranjeros, y el aumento de los precios de los valores libaneses.
El aumento en los precios de los bonos es una señal de que la venta masiva se ha detenido y la demanda está aumentando nuevamente, lo que significa un retorno de la confianza en la economía libanesa.
En paralelo, las garantías ofrecidas por el Gobernador del Banco de Líbano Riyad Salame elevaron el nivel de optimismo en los mercados. Salame reiteró lo que ha dicho anteriormente que la Lira Libanesa es estable y seguirá siéndolo.
“El Líbano enfrenta una crisis política pero no una crisis monetaria”, reiteró Salame.