Protestas en solidaridad con Palestina se llevaron a cabo en todo el Líbano el viernes, desde Sidón en el sur, a Beirut y Trípoli en el norte.
Los manifestantes expresaron su firme rechazo al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y pidieron su caída después de que reconoció a la Jerusalén ocupada como la capital de Israel el miércoles.
En Beirut, los manifestantes descendieron al vecindario de Qasqas, Al-Tariq al-Jadideh y el centro de la ciudad, sosteniendo banderas palestinas y bloqueando carreteras, donde los manifestantes fueron vistos llamando a la caída de Trump e Israel.
Sidón fue testigo de protestas generalizadas.
En el departamento de ciencias políticas de la Universidad Libanesa, los estudiantes pisotearon fotos de Trump y las banderas estadounidense e israelí, y mostraron fotos en apoyo de Jerusalén y del secretario general de Hezbollah, Sayyed Hasan Nasrallah.
Los manifestantes gritaron y “Palestina será libre”, antes de quemar banderas israelíes y estadounidenses y las fotos de Trump.
En el campo de refugiados palestinos de Ain al-Hilweh, miles de residentes marcharon por las calles después de las oraciones del viernes, gritando que estaban dispuestos a ser martirizados por Jerusalén y la mezquita Al-Aqsa.
En el cercano campo de refugiados palestinos Mieh Mieh, más de un centenar de hombres armados con rifles de asalto y granadas propulsadas por cohetes realizaron una protesta armada. Los manifestantes incluyeron combatientes del Movimiento Fatah y Ansar Allah, una milicia respaldada por Irán.
“Al-Quds (Jerusalén) es nuestro y volverá a nosotros … con Trump”, gritaban los manifestantes, mostrando imágenes de la venerada Dome of the Rock.
Los hombres armados bloquearon las calles con neumáticos en llamas.
También hubo protestas más pequeñas en mezquitas alrededor de Sidón.
Las manifestaciones también tuvieron lugar en los campamentos palestinos de Beddawi y Nahr al-Bared en el norte de Líbano, donde los manifestantes también denunciaron la decisión de Trump.
Los residentes de ambos campos tomaron parte en concentraciones masivas después de las oraciones del viernes, mientras que las fuerzas conjuntas de seguridad palestinas cerraron las entradas a los campamentos hasta que las marchas terminaron.
Los oradores de los minaretes de las mezquitas se hicieron eco de los cánticos de los manifestantes que no dudaban en que la identidad de Jerusalén es árabe.
El funcionario de Hamas, Abu Rabia al-Chehabi, dijo que las protestas en rechazo a la decisión de Trump continuarían.
“Lo que está sucediendo hoy es un gesto masivo de protesta y rechazo a la decisión de la administración estadounidense … que se considera una agresión contra el pueblo palestino”, dijo.
Las calles de Trípoli también fueron testigos de marchas de solidaridad después de las oraciones, mientras que varias aldeas de la región de Dinnieh realizaron sentadas en mezquitas locales, condenando el movimiento de los EE. UU. y enfatizando los derechos de los musulmanes de Jerusalén y del pueblo palestino.
