El Líbano ha acogido a estos exiliados con un espíritu de solidaridad, pero no puede sacrificarse por el bien de los demás. Es tiempo de que vuelvan a casa.
El Líbano corre “un gran peligro” en los planos político, económico, demográfico y cultural, a causa de la presencia de refugiados sirios y palestinos. Juntos, éstos representan la mitad de la población total. Fueron acogidos porque estaban en peligro, pero ahora tienen que poder regresar a su patria.
Los prófugos sirios y la situación de los cristianos en Oriente Medio son temas centrales que el patriarca maronita Bechara Rai ha afrontado en una entrevista con el diario libanés L’Orient-Le Jour, al día siguiente de su regreso de una visita pastoral en los Estados Unidos, donde participó de la cuarta edición del congreso “In Defense of Christians”.